HOYO DE MANZANARES: AQUEL BURRO REBUZNABA...

AQUEL BURRO REBUZNABA
Donde se acaba El Picazo y las piedras son leyenda,
aquel burro fue zarpazo que nunca supo de rienda.
A las dos de la mañana cuando la gente dormía,
aquel burro rebuznaba con fuerza y melancolía,
Y siendo buen despertador a las cinco repetía,
lo comenta el dormilón pidiendo siempre armonía.
Sus rebuznos tienen huellas de ser un burro flautista,
que mirando las estrellas teme perder mucha vista.
Los silencios de la noche el burro los va rompiendo,
nadie quiere hacer reproche al ver cómo va sonriendo.
Rebuznando a las estrellas que desde el cielo le miran,
en esas noches tan bellas muchos humanos le admiran.
En Hoyo de Manzanares el burro logra sonrisas,
existen ciertos lugares donde corren bien las brisas.
El silencio de la noche a veces anula prisas,
y el rebuznar es el broche que corre por las cornisas.
Este burro tan serrano que sabe de noche fría,
parece ser más humano al rebuznar cada día.
Son las piedras los testigos de sus rebuznos dichosos,
que sin volverse castigos nos parecen armoniosos.
G X Cantalapiedra.