SIGO MIMANDO AL CABALLO
Le voy mimando al caballo
que se me acerca a la valla,
sin el temor de algún tallo
que pueda servir de tralla.
Una caricia con ritmo
de buscar la galopada,
el cementerio allí mismo
nos sirve de encrucijada.
Su mirada me acompaña
y yo le quiero de amigo,
pienso que nunca me extraña
al verle siempre un testigo.
Las encinas esperando
para ver sus galopadas,
el viento viene pensando
en las tardes encantadas.
Un caballo de pasiones,
con sus grandes herraduras,
quizá me de las razones
de conocer horas duras.
Un caballo galopando
y un jinete en su montura,
el viento lo va gozando
al ver tan buena dulzura.
En su mirada angustiada
la pena le viene encima,
en su vida desmarcada
es aguantar siempre el clima.
El caballo relinchando,
yo le acompaño enseguida,
los dos nos vamos hallando
sin ver la ruta perdida.
El paisaje está brillando
con sus piedras de granito,
las encinas esperando
que el caballo pegue un grito.
G X Cantalapiedra.
Le voy mimando al caballo
que se me acerca a la valla,
sin el temor de algún tallo
que pueda servir de tralla.
Una caricia con ritmo
de buscar la galopada,
el cementerio allí mismo
nos sirve de encrucijada.
Su mirada me acompaña
y yo le quiero de amigo,
pienso que nunca me extraña
al verle siempre un testigo.
Las encinas esperando
para ver sus galopadas,
el viento viene pensando
en las tardes encantadas.
Un caballo de pasiones,
con sus grandes herraduras,
quizá me de las razones
de conocer horas duras.
Un caballo galopando
y un jinete en su montura,
el viento lo va gozando
al ver tan buena dulzura.
En su mirada angustiada
la pena le viene encima,
en su vida desmarcada
es aguantar siempre el clima.
El caballo relinchando,
yo le acompaño enseguida,
los dos nos vamos hallando
sin ver la ruta perdida.
El paisaje está brillando
con sus piedras de granito,
las encinas esperando
que el caballo pegue un grito.
G X Cantalapiedra.