EN HOYO DE MANZANARES LOS JABALIES.
Los jabalíes esperando poder revolver su tierra, las raíces levantando con el peligro que encierra. Los jabalíes esperando ser los dueños de esa sierra, poco a poco van logrando ser el terror de esa tierra. En Hoyo siguen campando entre chalet y veredas, quizá vienen reclamando esas tan bonitas sendas. Les echaron sin aviso, las encinas no se alegran, la Sierra ve el compromiso de otros tiempos de quimeras. Jabalíes que están sufriendo, muchas horas de martirio, el tiempo viene exigiendo que aquí no tienen su sitio. Las noches se vuelven negras, las ventanas ven suplicio, de vez en cuando las fieras quieren practicar su oficio. Personas que tienen miedo, cuando les ven sus hocicos, los jabalíes en su credo no les asustan los picos. Desde El Picazo se bajan y en la sierra se confunden, ellos la noche trabajan y los sueños interrumpen. Grujidos a media noche, cuando rebuzna aquel burro, les quieren hacer reproche y la gente lo ve absurdo. Fueron sus campos de siglos, con un bajo consumismo, luego llegaron sigilos con gritos de mucho abismo. Cazadores sin conciencia, aduladores del vicio, jabalíes que tienen ciencia nunca practican suplicio. Las encinas siguen vivas, sin recordar el pasado, las bellotas determinan que fueron campos sembrados. Jabalíes que vi corriendo, entre arbustos despistados, ellos quisieran viviendo sentirse más amparados. En Hoyo sigue la caza, nadie reclama el pasado, cada cual busca su baza en un mundo criticado. Vienen corriendo con prisa, los niños se han asustado, enseñaron sus colmillos que parecen afilados. La noche tiene su embrujo, lo dicen hombres centrados, el jabalí sin un lujo deja verdes levantados. Esperando que la historia les reconozca su amparo, hay gentes que en su memoria nunca piensan nada claro. Los hombres siguen dañando con sus nuevas construcciones, los jabalíes van pensando en nuevas complicaciones. Escopetas esperando reducir su población, los jabalíes van pensando en darles cierta lección. G X Cantalapiedra.
Los jabalíes esperando poder revolver su tierra, las raíces levantando con el peligro que encierra. Los jabalíes esperando ser los dueños de esa sierra, poco a poco van logrando ser el terror de esa tierra. En Hoyo siguen campando entre chalet y veredas, quizá vienen reclamando esas tan bonitas sendas. Les echaron sin aviso, las encinas no se alegran, la Sierra ve el compromiso de otros tiempos de quimeras. Jabalíes que están sufriendo, muchas horas de martirio, el tiempo viene exigiendo que aquí no tienen su sitio. Las noches se vuelven negras, las ventanas ven suplicio, de vez en cuando las fieras quieren practicar su oficio. Personas que tienen miedo, cuando les ven sus hocicos, los jabalíes en su credo no les asustan los picos. Desde El Picazo se bajan y en la sierra se confunden, ellos la noche trabajan y los sueños interrumpen. Grujidos a media noche, cuando rebuzna aquel burro, les quieren hacer reproche y la gente lo ve absurdo. Fueron sus campos de siglos, con un bajo consumismo, luego llegaron sigilos con gritos de mucho abismo. Cazadores sin conciencia, aduladores del vicio, jabalíes que tienen ciencia nunca practican suplicio. Las encinas siguen vivas, sin recordar el pasado, las bellotas determinan que fueron campos sembrados. Jabalíes que vi corriendo, entre arbustos despistados, ellos quisieran viviendo sentirse más amparados. En Hoyo sigue la caza, nadie reclama el pasado, cada cual busca su baza en un mundo criticado. Vienen corriendo con prisa, los niños se han asustado, enseñaron sus colmillos que parecen afilados. La noche tiene su embrujo, lo dicen hombres centrados, el jabalí sin un lujo deja verdes levantados. Esperando que la historia les reconozca su amparo, hay gentes que en su memoria nunca piensan nada claro. Los hombres siguen dañando con sus nuevas construcciones, los jabalíes van pensando en nuevas complicaciones. Escopetas esperando reducir su población, los jabalíes van pensando en darles cierta lección. G X Cantalapiedra.