HOYO DE MANZANARES: UN CAZADOR VENIDO DE LEJOS...

UN CAZADOR VENIDO DE LEJOS
Aquel cazador solitario, con su escopeta cargada, llegó a Hoyo de Manzanares en su fecha más buscada, El cazador fue atacado casi de niño en su infancia, por un jabalí que herido, su pierna se la dañaba, su padre siempre llevaba al niño para enseñarle, lo duro que era la caza, y el niño, hoy hombre, quiso saber aquella terrible causa, y en Hoyo llegó esperando, empezar su horrible danza, cargando las escopetas con postas más recargadas, El hombre marchó a escondidas, en la fría madrugada, y por la montaña arriba empezó su remontada. Iba pensando en su caza, como terrible venganza, de algún jabalí muy herido, que le rompió su esperanza. Los jabalís no aparecen, era dura la jornada, mirando sobre las piedras, por si por allí pastaban. Andando por los senderos, lo mismo que hacen las cabras, los hombres aventureros temen perder las mañanas. El hombre medio abatido, cansado en sus circunstancias, se siente comprometido al ver las tardes sin gracias. Más casi llegando a Hoyo siente tiros a su espalda, y su escopeta dispara, en aquella encrucijada. Los jabalís en manada no pararon de ir corriendo, era una triste cañada donde fueron falleciendo. El cazador con la rabia de su temida venganza, le dispara a boca jarro para terminar su danza. Tres jabalís no muy grandes mueren sobre la cañada, El cazador se engrandece, las gentes oyen y callan, hoy la duda prevalece cuando las mentes se engallan. Los perdones se borraron, hay escopetas marcadas, los jabalís que callaron murieron en emboscadas. En Hoyo los jabalís fueron sus sendas privadas, hoy no tienen porvenir, tienen las fechas marcadas. Cada cual vive su historia, las heridas no descansan, no sirve buscar la gloria cuando los vientos amansan. Los jabalís perseguidos por escopetas de caza, pudieran ser extinguidos y terminar con su raza. G X Cantalapiedra.