SOLO VELAS FAROLES Y CANDILES
Eran tiempos de hace tres siglos, la luces que se usaban en la viviendas, eran candiles faroles o palmatorias con velas, en las cocinas con fuegos a nivel del suelo, se prendían grandes fogatas, para aprovechar las ascuas que calentaban los braseros. Las caballerizas o cuadras se limpiaban con palas o pinchos, y existían pajeras, para poder tener paja de cereales, y dar de comer a los animales domésticos, como mulas, asnos, caballos y vacas. Que eran parte de la agricultura de entonces, donde la fuerza de estos animales, podía ser la solución de muchas familias, incluyendo cabras y ovejas, que en algunos casos, fueron fuente de alimentación para los humanos. Las faenas agrícolas en las cercanías de la sierra, eran cereales tardíos, y en sus huertos, lechugas, berzas, y coliflores, con algunas patatas, eran productos naturales de Hoyo de Manzanares, con algunos pueblos de la sierra madrileña, donde los picapedreros, se dejaban su vida y salud, labrando esas piedras graníticas, que tanta fama le dieron a la zona de Colmenar Viejo, y sus pueblos limítrofes. Entre ellos Hoyo de Manzanares. Los trasportes de dichas piedras ya labradas, eran lentos, en carros de bueyes y mulas con algún caballo de fuerza para tirar delante de dicha y pesada mercancía. Fueron años duros, la jubilación no existía, y los hombres al hacerse mayores, se defendían como mejor podían, siendo la mayoría atendidos por sus familiares, y otros muriendo de pena al verse sin fuerza para seguir trabajando, La sierra como otros lugares era un camino sin salida, la edad de las personas al fallecer hace tres siglos, rondaba con los cincuenta años. De ahí en adelante se les consideraba viejos, sin poder trabajar ni ayudar incluso a sus hijos en los trabajos agrícolas, ya que los achaques del reuma y otros males que entonces no se les ponía nombre, eran causa de fallecimiento. Incluso al faltarles la alimentación necesaria para poder vivir, hubo familias que dormían en suelo de su casa, o incluso en la casa de los pobres de cada pueblo, donde un poco de hierba seca o eno de los prados, les servía de cama, almohada y sin poder tener agua a la vista, solo los pozos en calles o plazas, estaban para sacar agua de allí con un cubo y su correspondiente cuerda, Fueron tiempos duros, digamos que hoy nos parecen tercermundistas, Pero era lo más normal de aquellos años, que hoy aun lo vemos en países más atrasados, y nos parece imposible vivir así, pero fue la realidad. G X Cantalapiedra.
Eran tiempos de hace tres siglos, la luces que se usaban en la viviendas, eran candiles faroles o palmatorias con velas, en las cocinas con fuegos a nivel del suelo, se prendían grandes fogatas, para aprovechar las ascuas que calentaban los braseros. Las caballerizas o cuadras se limpiaban con palas o pinchos, y existían pajeras, para poder tener paja de cereales, y dar de comer a los animales domésticos, como mulas, asnos, caballos y vacas. Que eran parte de la agricultura de entonces, donde la fuerza de estos animales, podía ser la solución de muchas familias, incluyendo cabras y ovejas, que en algunos casos, fueron fuente de alimentación para los humanos. Las faenas agrícolas en las cercanías de la sierra, eran cereales tardíos, y en sus huertos, lechugas, berzas, y coliflores, con algunas patatas, eran productos naturales de Hoyo de Manzanares, con algunos pueblos de la sierra madrileña, donde los picapedreros, se dejaban su vida y salud, labrando esas piedras graníticas, que tanta fama le dieron a la zona de Colmenar Viejo, y sus pueblos limítrofes. Entre ellos Hoyo de Manzanares. Los trasportes de dichas piedras ya labradas, eran lentos, en carros de bueyes y mulas con algún caballo de fuerza para tirar delante de dicha y pesada mercancía. Fueron años duros, la jubilación no existía, y los hombres al hacerse mayores, se defendían como mejor podían, siendo la mayoría atendidos por sus familiares, y otros muriendo de pena al verse sin fuerza para seguir trabajando, La sierra como otros lugares era un camino sin salida, la edad de las personas al fallecer hace tres siglos, rondaba con los cincuenta años. De ahí en adelante se les consideraba viejos, sin poder trabajar ni ayudar incluso a sus hijos en los trabajos agrícolas, ya que los achaques del reuma y otros males que entonces no se les ponía nombre, eran causa de fallecimiento. Incluso al faltarles la alimentación necesaria para poder vivir, hubo familias que dormían en suelo de su casa, o incluso en la casa de los pobres de cada pueblo, donde un poco de hierba seca o eno de los prados, les servía de cama, almohada y sin poder tener agua a la vista, solo los pozos en calles o plazas, estaban para sacar agua de allí con un cubo y su correspondiente cuerda, Fueron tiempos duros, digamos que hoy nos parecen tercermundistas, Pero era lo más normal de aquellos años, que hoy aun lo vemos en países más atrasados, y nos parece imposible vivir así, pero fue la realidad. G X Cantalapiedra.