EN HOYO DE MANZANARES
No son los tiempos del bronce,
los jabalís reclamando,
ciertos terrenos de entonces,
que fueron edificando.
Hoy son casas fabulosas
con sus jardines privados,
algunos tienen sus losas
entre sueños amparados.
Las noches siguen clamando
y los ruidos aparecen,
los ecos vienen gritando
y parece que se crecen.
Muchos colmillos brillando,
con jardines destrozados,
la noche les va dejando
los verdes de ayer pisados.
Ponen vallas y alambradas
sobre nuevas construcciones,
no se ven sendas pisadas
ni se olvidan sus razones.
La noche parece ciega
cuando buscas confusiones,
y el jabalí se despliega
buscando alimentaciones.
Vienen corriendo los montes
para buscar su alimento,
sin saber de pasaportes
en Hoyo cortan aliento.
Niños que corren deprisa
entre jabalís hambrientos,
la sierra tiene esa brisa
de buscar los descontentos.
La noche sigue esperando
que los humanos se duerman,
así saldrán destrozando
los verdes en donde tiemblan.
G X Cantalapiedra.
No son los tiempos del bronce,
los jabalís reclamando,
ciertos terrenos de entonces,
que fueron edificando.
Hoy son casas fabulosas
con sus jardines privados,
algunos tienen sus losas
entre sueños amparados.
Las noches siguen clamando
y los ruidos aparecen,
los ecos vienen gritando
y parece que se crecen.
Muchos colmillos brillando,
con jardines destrozados,
la noche les va dejando
los verdes de ayer pisados.
Ponen vallas y alambradas
sobre nuevas construcciones,
no se ven sendas pisadas
ni se olvidan sus razones.
La noche parece ciega
cuando buscas confusiones,
y el jabalí se despliega
buscando alimentaciones.
Vienen corriendo los montes
para buscar su alimento,
sin saber de pasaportes
en Hoyo cortan aliento.
Niños que corren deprisa
entre jabalís hambrientos,
la sierra tiene esa brisa
de buscar los descontentos.
La noche sigue esperando
que los humanos se duerman,
así saldrán destrozando
los verdes en donde tiemblan.
G X Cantalapiedra.