UNA NOCHE ENDIABLADA
Una noche de febrero entre sombras dislocadas, hablan de alguna locura sobre canteras cuidadas. Han pasado muchos años, si los siglos no se amparan, aquellos tiempos de daños pusieron las cosas raras. Eran noches endiabladas sin faroles ni candiles, con antorchas requemadas, se vieron ciertos perfiles de las brujas encaradas. En Hoyo corrieron vientos en la noche marginada, picapedreros contentos buscaron mujer amada. Una noche de candiles que buscó la madrugada, aquellos fríos confines hallaron la encrucijada. Las calles todas desiertas, alguna sombra penaba, pensaron en gentes muertas si la vida se acababa. Un diablo se vio corriendo, la noche les acechaba, gentes que fueron sufriendo,+++ viendo su casa cerrada. Por las ventanas mirando, los perros todos ladraban, el temor fue padeciendo al escuchar las andadas. Era noche de penumbras, con los cerrojos y aldabas, los silencios nunca alumbran ni conocen espantadas. El diablo pasó corriendo, los niños todos se callan, el viento llegó sonriendo y las penumbras estallan. La Luna quiso escondida ver llegar la madrugada, no existe vida elegida en la noche delicada. Los faroles van temblando, las palmatorias aguardan, las antorchas van pensando en sus noches angustiadas. Ciertos burros rebuznando desde sus plomizas cuadras, el tiempo les va dejando sus orejas desquiciadas. En Hoyo corren los diablos sin saber lo que allí pasa, tienen bonitos establos que algún consejo traspasa. Picapedreros gritando en la fría madrugada, el alcohol viene obsequiando a quien sueña la emboscada. G X Cantalapiedra.
Una noche de febrero entre sombras dislocadas, hablan de alguna locura sobre canteras cuidadas. Han pasado muchos años, si los siglos no se amparan, aquellos tiempos de daños pusieron las cosas raras. Eran noches endiabladas sin faroles ni candiles, con antorchas requemadas, se vieron ciertos perfiles de las brujas encaradas. En Hoyo corrieron vientos en la noche marginada, picapedreros contentos buscaron mujer amada. Una noche de candiles que buscó la madrugada, aquellos fríos confines hallaron la encrucijada. Las calles todas desiertas, alguna sombra penaba, pensaron en gentes muertas si la vida se acababa. Un diablo se vio corriendo, la noche les acechaba, gentes que fueron sufriendo,+++ viendo su casa cerrada. Por las ventanas mirando, los perros todos ladraban, el temor fue padeciendo al escuchar las andadas. Era noche de penumbras, con los cerrojos y aldabas, los silencios nunca alumbran ni conocen espantadas. El diablo pasó corriendo, los niños todos se callan, el viento llegó sonriendo y las penumbras estallan. La Luna quiso escondida ver llegar la madrugada, no existe vida elegida en la noche delicada. Los faroles van temblando, las palmatorias aguardan, las antorchas van pensando en sus noches angustiadas. Ciertos burros rebuznando desde sus plomizas cuadras, el tiempo les va dejando sus orejas desquiciadas. En Hoyo corren los diablos sin saber lo que allí pasa, tienen bonitos establos que algún consejo traspasa. Picapedreros gritando en la fría madrugada, el alcohol viene obsequiando a quien sueña la emboscada. G X Cantalapiedra.