REPOLLO QUE BUSCAS EN HOYO
El que te llama repollo
sin saber dónde caminas,
muy poquito sabe de Hoyo
y de sus buenas encinas.
Caminando sin destino
entre piedras de granito,
no vale ser adivino
ni vestirse de bonito.
Por las piedras vas pisando
para buscar las colinas,
el viento viene dejando
dañadas ciertas encinas.
Que nadie te llame pollo
y mucho menos gallina,
si te llamaron repollo
no saben de medicina.
Los insultos son latentes
cuando las envidias crecen,
las risas son convincentes
y por siempre prevalecen.
En Hoyo siguen las brisas
de las noches escarchadas,
que pudieran dejar prisas
en las mañanas heladas.
Las jornadas van dejando
muchas ráfagas de vientos,
que pudieran ir dañando
hasta los mismos alientos.
Corren vientos tenebrosos
cargados de antipatía,
en lugares temblorosos
nunca reina la alegría.
En Hoyo sigues notando
muchos ratos de armonía,
la vida se va pasando
sin conocer agonía.
G X Cantalapiedra.
El que te llama repollo
sin saber dónde caminas,
muy poquito sabe de Hoyo
y de sus buenas encinas.
Caminando sin destino
entre piedras de granito,
no vale ser adivino
ni vestirse de bonito.
Por las piedras vas pisando
para buscar las colinas,
el viento viene dejando
dañadas ciertas encinas.
Que nadie te llame pollo
y mucho menos gallina,
si te llamaron repollo
no saben de medicina.
Los insultos son latentes
cuando las envidias crecen,
las risas son convincentes
y por siempre prevalecen.
En Hoyo siguen las brisas
de las noches escarchadas,
que pudieran dejar prisas
en las mañanas heladas.
Las jornadas van dejando
muchas ráfagas de vientos,
que pudieran ir dañando
hasta los mismos alientos.
Corren vientos tenebrosos
cargados de antipatía,
en lugares temblorosos
nunca reina la alegría.
En Hoyo sigues notando
muchos ratos de armonía,
la vida se va pasando
sin conocer agonía.
G X Cantalapiedra.