CUANDO LA NIEVE ES BARRERA
Hace tan solo sesenta años que fue la nieve barrera, sin poder borrar los daños que su hielo todo altera.
Un matrimonio esperando que la nieve se alejara, más la nieve iba cuajando y el peligro se quedaba.
En Hoyo de Manzanares el matrimonio chillaba, la nieve dejo lugares que nadie se lo esperaba.
La esposa quiso chillando que el hombre aquel arrancara, y el hombre quedó pensando en ver a su esposa rara.
Hay momentos en la vida que no quieres las murallas, y ves tu imagen perdida sin sufrir jamás batallas.
El hombre con su coraje el miedo le acompañaba, la esposa tuvo el linaje de una gente que mandaba.
El coche marchó temblando, por el suelo resbalaba, la mujer siguió chillando y el hombre casi bramaba.
Patinando por el suelo contra una casa frenaba, ella sin pedir consuelo con su familia marchaba.
El hombre pidiendo ayuda, alguien del pueblo ayudaba, era penosa y absurda la avería provocada.
El coche medio aparcado, la familia renegada, la mujer dejó su prisa viendo la noche cerrada.
La carretera con nieve era una ruta cortada, el ambiente que conviene es esperar descampada.
Día y medio de silencio, una noche marginada, el hombre nunca fue necio, su esposa lo maltrataba.
La nieve dejo las calles imposibles de pisarlas, eran serios los detalles para poder despejarlas.
No pidas peras aun pino, ni galopes por los aires, ni aun diablo le hagas divino ni te inventes más desaires.
No busques sueños preciosos ni prediques simpatías, hay momentos horrorosos que solo dan lejanías.
Nieve por la carretera, que penosa sintonía, con el carnet de primera puedes lograr agonía. G X Cantalapiedra.
Hace tan solo sesenta años que fue la nieve barrera, sin poder borrar los daños que su hielo todo altera.
Un matrimonio esperando que la nieve se alejara, más la nieve iba cuajando y el peligro se quedaba.
En Hoyo de Manzanares el matrimonio chillaba, la nieve dejo lugares que nadie se lo esperaba.
La esposa quiso chillando que el hombre aquel arrancara, y el hombre quedó pensando en ver a su esposa rara.
Hay momentos en la vida que no quieres las murallas, y ves tu imagen perdida sin sufrir jamás batallas.
El hombre con su coraje el miedo le acompañaba, la esposa tuvo el linaje de una gente que mandaba.
El coche marchó temblando, por el suelo resbalaba, la mujer siguió chillando y el hombre casi bramaba.
Patinando por el suelo contra una casa frenaba, ella sin pedir consuelo con su familia marchaba.
El hombre pidiendo ayuda, alguien del pueblo ayudaba, era penosa y absurda la avería provocada.
El coche medio aparcado, la familia renegada, la mujer dejó su prisa viendo la noche cerrada.
La carretera con nieve era una ruta cortada, el ambiente que conviene es esperar descampada.
Día y medio de silencio, una noche marginada, el hombre nunca fue necio, su esposa lo maltrataba.
La nieve dejo las calles imposibles de pisarlas, eran serios los detalles para poder despejarlas.
No pidas peras aun pino, ni galopes por los aires, ni aun diablo le hagas divino ni te inventes más desaires.
No busques sueños preciosos ni prediques simpatías, hay momentos horrorosos que solo dan lejanías.
Nieve por la carretera, que penosa sintonía, con el carnet de primera puedes lograr agonía. G X Cantalapiedra.