HACE MUCHO TIEMPO AQUEL PICAPEDRERO.
Se marchó el picapedrero buscando un nuevo destino,
sobre su mente llevaba la cruz qué marcó su signo.
Eran tiempos de emigrantes, sin querer ser peregrinos,
con el camino delante sin apenas beber vinos.
Atrás se quedó su amante con un sabor poco fino,
aquel hombre fue arrogante pero nunca un adivino.
Buscando siempre dinero, emigro sin un destino,
era su cruz de viajero el querer ser más divino.
Anduvo por mil caminos sin encontrar sus verdades,
entre grises desatinos solo logró falsedades.
En Hoyo de Manzanares juro volver siendo rico,
v visito mil lugares tirando de azada y pico.
Incluso fue navegante en un barco ballenero,
siendo un hombre muy arrogante que fue buscando dinero.
Probó su vida sin suerte andando por los caminos,
y pensó buscar su muerte entre sufridos destinos.
Pasaron años buscando un camino de retorno,
y solo logró pensando que era raro su contorno.
Una noche de tormenta de las que marcan la vida,
en su soledad comenta tengo mi ruta perdida.
Su delirio de grandeza es una casa en la ruina,
el futuro se le enciende cuando mira a una colina.
Queriendo volver a su Hoyo, para morir en su tierra,
ya no sueña tener rollo, ni buscar jamás la guerra.
Al retorno fue un mal signo, su casa estaba quebrada,
su vida fue un desatino al ser etapa quemada.
G X Cantalapiedra.
Se marchó el picapedrero buscando un nuevo destino,
sobre su mente llevaba la cruz qué marcó su signo.
Eran tiempos de emigrantes, sin querer ser peregrinos,
con el camino delante sin apenas beber vinos.
Atrás se quedó su amante con un sabor poco fino,
aquel hombre fue arrogante pero nunca un adivino.
Buscando siempre dinero, emigro sin un destino,
era su cruz de viajero el querer ser más divino.
Anduvo por mil caminos sin encontrar sus verdades,
entre grises desatinos solo logró falsedades.
En Hoyo de Manzanares juro volver siendo rico,
v visito mil lugares tirando de azada y pico.
Incluso fue navegante en un barco ballenero,
siendo un hombre muy arrogante que fue buscando dinero.
Probó su vida sin suerte andando por los caminos,
y pensó buscar su muerte entre sufridos destinos.
Pasaron años buscando un camino de retorno,
y solo logró pensando que era raro su contorno.
Una noche de tormenta de las que marcan la vida,
en su soledad comenta tengo mi ruta perdida.
Su delirio de grandeza es una casa en la ruina,
el futuro se le enciende cuando mira a una colina.
Queriendo volver a su Hoyo, para morir en su tierra,
ya no sueña tener rollo, ni buscar jamás la guerra.
Al retorno fue un mal signo, su casa estaba quebrada,
su vida fue un desatino al ser etapa quemada.
G X Cantalapiedra.