LLEGÓ A HOYO UN ESCRITOR AUTODIDACTA
Hace como unos cuatro años, en verano llegó a Hoyo de Manzanares, un escritor autodidacta jubilado, ya con más de setenta años, y el señor educadamente, que escribía en varios lugares de internet, intento en la Biblioteca Municipal de Hoyo, poder escribir, pero le dieron un no rotundo, el señor sin darse por vencido, acudió al Ayuntamiento, donde le dijeron si estaba empadronado, si tenía carnet de profesional del periodismo, y otras lindezas, todo lo que nunca tuvo, en ese lugar fue lo que le exigían, El hombre aquel se sintió fuera de juego, Más sus amigos personales, enseguida le dieron cobijo en sus chalet o viviendas del Picazo. Cosa que el hombre no quiso abusar de esas personas que le dieron su ayuda sin pedir nada a cambio, ya que en Madrid en la Cima de la Capital tenía su residencia de invierno, con internet e impresora, y un montón de soluciones, cosa que cada tres días bajaba en su coche a la capital del reino. Y sin ningún problema ni de edad, ni de oficio, ni de personas un poco dictadoras, podría introducir sus escritos por las redes digamos de medio mundo, ya que se conectaba con cantidad de grupos de esa red internacional, que de momento no tiene barreras.
Hay veces que personas como este hombre, se ven marginados, o digamos despreciados por algunos miembros de ayuntamientos, o digamos lugares de burocracia, donde las normas son para estas personas mayores, que parecen estorbar en dichos lugares, No en todos, ni tampoco en la Capital de Madrid, ni en Calpe, ni en Pontedeume, ni En Sada. Pero se ve que en Hoyo corren otros vientos, quizá con aires retrógrados, y hay personas que les sobran, y quisieran apartarles de su entorno. Habrá que tenerlo en cuenta. Para no sentirse en una humillación de dicho calibre. Donde pensamos que los seres humanos, si no estamos empadronados, no tenemos derecho ni a pensar, ni a escribir, incluso ni a dialogar, por si comentamos la verdad, que a veces duele.
G X Cantalapiedra.
Hace como unos cuatro años, en verano llegó a Hoyo de Manzanares, un escritor autodidacta jubilado, ya con más de setenta años, y el señor educadamente, que escribía en varios lugares de internet, intento en la Biblioteca Municipal de Hoyo, poder escribir, pero le dieron un no rotundo, el señor sin darse por vencido, acudió al Ayuntamiento, donde le dijeron si estaba empadronado, si tenía carnet de profesional del periodismo, y otras lindezas, todo lo que nunca tuvo, en ese lugar fue lo que le exigían, El hombre aquel se sintió fuera de juego, Más sus amigos personales, enseguida le dieron cobijo en sus chalet o viviendas del Picazo. Cosa que el hombre no quiso abusar de esas personas que le dieron su ayuda sin pedir nada a cambio, ya que en Madrid en la Cima de la Capital tenía su residencia de invierno, con internet e impresora, y un montón de soluciones, cosa que cada tres días bajaba en su coche a la capital del reino. Y sin ningún problema ni de edad, ni de oficio, ni de personas un poco dictadoras, podría introducir sus escritos por las redes digamos de medio mundo, ya que se conectaba con cantidad de grupos de esa red internacional, que de momento no tiene barreras.
Hay veces que personas como este hombre, se ven marginados, o digamos despreciados por algunos miembros de ayuntamientos, o digamos lugares de burocracia, donde las normas son para estas personas mayores, que parecen estorbar en dichos lugares, No en todos, ni tampoco en la Capital de Madrid, ni en Calpe, ni en Pontedeume, ni En Sada. Pero se ve que en Hoyo corren otros vientos, quizá con aires retrógrados, y hay personas que les sobran, y quisieran apartarles de su entorno. Habrá que tenerlo en cuenta. Para no sentirse en una humillación de dicho calibre. Donde pensamos que los seres humanos, si no estamos empadronados, no tenemos derecho ni a pensar, ni a escribir, incluso ni a dialogar, por si comentamos la verdad, que a veces duele.
G X Cantalapiedra.