AQUEL DOMINGO DE FEBRERO DE HACE TRES AÑOS
Aquella tarde del domingo de mediados de febrero, de hace tres años, estuvimos comiendo en el Restaurante del Chaqueta. En su primer piso, al lado de la ventana que da, a la zona donde se encuentra el Centro de Mayores de Hoyo de Manzanares. Sobre las dos de dicha tarde, empezó la nieve cayendo con fuerza, y durante las cuatro horas siguientes, no dejo de caer, unas veces con copos de nieve grandes, y otras con mucha más pausa, el paisaje era idílico, los 24, comensales que estábamos allí, la mayoría éramos residentes en el verano en dicha localidad, y vecinos de una Urbanización, de Hoyo de Manzanares. Pero en ese momento, residíamos en Madrid, y sus aledaños. Al intentar regresar sobre las seis y media de dicha tarde, teniendo el coche aparcado en el estacionamiento municipal, en la zona que da a la carretera de Colmenar Viejo, sufrimos la nevada, teniendo que echar el coche hacía atrás, para poder coger impulso y subir la rampa allí existente, con el peligro que conlleva dicha maniobra, para conductores nuevos o personas que tienen miedo, poder chocar con las paredes de la Rampa. Tuvimos suerte y salimos bastante bien, dentro de lo que cabe. El camino hacia Madrid, fue desde Torrelodones bastante bien, la carretera de salida de Hoyo tuvo su peligro, pero sin demasiados problemas, Luego desde Madrid el teléfono con llamadas de unos y otros, todos pasaron sus malos ratos, más nadie tuvo que anotar sus momentos de poder ver su coche abollado, contra cualquier señal de tráfico, o posibles vehículos. Hoyo en esa tarde, parecía ser una ciudad blanqueada por la nieve, que no dejaba de caer, sin embargo nosotros en el Restaurante del Chaqueta. No pasamos ningún frío, eran tiempos donde la pandemia no existía. Y las personas andábamos libres, sin el miedo actual, a esta epidemia mortal, que tantos seres humanos, se está llevando por delante. D. E. P.
G X Cantalapiedra.
Aquella tarde del domingo de mediados de febrero, de hace tres años, estuvimos comiendo en el Restaurante del Chaqueta. En su primer piso, al lado de la ventana que da, a la zona donde se encuentra el Centro de Mayores de Hoyo de Manzanares. Sobre las dos de dicha tarde, empezó la nieve cayendo con fuerza, y durante las cuatro horas siguientes, no dejo de caer, unas veces con copos de nieve grandes, y otras con mucha más pausa, el paisaje era idílico, los 24, comensales que estábamos allí, la mayoría éramos residentes en el verano en dicha localidad, y vecinos de una Urbanización, de Hoyo de Manzanares. Pero en ese momento, residíamos en Madrid, y sus aledaños. Al intentar regresar sobre las seis y media de dicha tarde, teniendo el coche aparcado en el estacionamiento municipal, en la zona que da a la carretera de Colmenar Viejo, sufrimos la nevada, teniendo que echar el coche hacía atrás, para poder coger impulso y subir la rampa allí existente, con el peligro que conlleva dicha maniobra, para conductores nuevos o personas que tienen miedo, poder chocar con las paredes de la Rampa. Tuvimos suerte y salimos bastante bien, dentro de lo que cabe. El camino hacia Madrid, fue desde Torrelodones bastante bien, la carretera de salida de Hoyo tuvo su peligro, pero sin demasiados problemas, Luego desde Madrid el teléfono con llamadas de unos y otros, todos pasaron sus malos ratos, más nadie tuvo que anotar sus momentos de poder ver su coche abollado, contra cualquier señal de tráfico, o posibles vehículos. Hoyo en esa tarde, parecía ser una ciudad blanqueada por la nieve, que no dejaba de caer, sin embargo nosotros en el Restaurante del Chaqueta. No pasamos ningún frío, eran tiempos donde la pandemia no existía. Y las personas andábamos libres, sin el miedo actual, a esta epidemia mortal, que tantos seres humanos, se está llevando por delante. D. E. P.
G X Cantalapiedra.