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HOYO DE MANZANARES: UN AMOR A ESCONDIDAS...

UN AMOR A ESCONDIDAS
Aquel hombre con sus cincuenta y cinco años, se veía olvidado, más le surgió la amistad de un matrimonio más joven, y empezó a resultarle la esposa de aquel amigo, una mujer silenciosa y muy cuidada, Este hombre soltero, con su economía muy buena, le resulto fácil el quedar con dicha mujer, para llevarla a una población no muy lejana, en su coche particular que era un Mercedes, ahí fue donde el hombre soltero se declaró a dicha mujer, y diciéndola lo mucho que le gustaba, empezaron sus relaciones a escondidas de su marido, que apenas la hacía caso, ya que la mujer era bastante bella, y muy reservada en tener demasiadas amistades.
Aquel amor fue creciendo, y el marido ni se enteraba, tan solo se marchaba de caza todos los domingos, y este hombre soltero, subía en su coche a su primer amor, ya que nunca tuvo relaciones con mujeres normales, solo se preocupó de trabajar mucho, para aumentar su capital. Más pronto se dieron cuenta sus vecinos, que dicha mujer se cuidaba y arreglaba cada día más, y que se subía en el coche del hombre soltero, sin hacer ningún comentario a nadie de su vida actual, hasta que algún vecino debió contar a su marido, como su esposa se marchaba en el Mercedes de aquel soltero a cualquier hora del día. El marido debió de ponerse medio loco, y sin tardar mucho tiempo, fue en busca del hombre soltero, y al verle en una cafetería, se lanzó a por él como un perro rabioso, el soltero muy tranquilo se le quitó de encima, y le comentó, “debieras atender mucho más a tu esposa, y dejar de decir tantas tonterías”, pero el marido cazador, le amenazo, diciéndole, “Tengo la escopeta cargada, y tú puedes ser la próxima pieza, así que anda con cuidado, y no vuelvas a subir a mi esposa en tu coche maldito”. El hombre soltero se quedó medio encogido, pensando que su amigo más joven era un energúmeno endiablado, de los que ni comen ni dejan comer, Pensó denunciar las amenazas, pero en el fondo era dar publicidad a sus hechos ocultos, quería tanto a esa mujer casada con el cazador, que pasó por su mente, el recogerla, y salir corriendo de dicha localidad, e iniciar una nueva vida lejos de allí, intento conectar con ella, pero apenas si salía de casa, por temor a su marido, que parecía un loco celoso, y estaba dispuesto a matar a ambos, si les veía juntos. El teléfono de la esposa se lo quito, y el fijo lo desconecto, era imposible que aquel hombre soltero pudiera quedar con ella, y pasaron por su mente muchas cosas que poder hacer, entre ellas el de atropellar al marido con su coche, y de esperarle con un arma y matarle, pero todo era malo, podría terminar en la cárcel, y aunque la quería con demasiado amor a esa mujer, decidió que esperar a que pasara aquella mala racha seria lo mejor, y así se pasaron días y meses, incluso años, y el hombre soltero, tuvo que ser operado del corazón, y la operación salió bien de ella, pero las restricciones que le pusieron los médicos, eran muy grandes, sobre todo no tener disgustos ni contratiempos, pero su encuentro con aquella mujer se realizó sin tenerla planteada, fue en la consulta del médico de su localidad, allí se contaron sus penas, sus grandes problemas de salud, y el no poder ser libres para decidir su futuro, el hombre soltero la ofreció salir de allí corriendo, y ella comentó que no quería marcharse, que tenía un hijo ya mayor que la precisaba, y que al fin y al cabo el marido la había dejado tranquila con sus celos, aunque le dijo al oído. “Sería mucho más feliz contigo que con el energúmeno que tengo de marido”. El hombre soltero con sus sesenta años, y el corazón entre temblores, se notó que la vida se le marchaba, sin poder cumplir sus sueños, el poder tener de nuevo a esa mujer en sus brazos, y decirla al oído lo mucho que la quería, el médico del consultorio salió a la sala de espera, intentando darle masajes y respiración boca a boca, todo fue imposible para poderle salvar su vida, solo su mano se estiro tocando al amor de su vida, quizá para despedirse de ella, y no volverla a ver nunca más, aunque se le quito el miedo a su marido, un cazador energúmeno, que con la amenaza de su escopeta, intentaba anular aquel amor que nació de conocerse, aquel amor que nunca tuvo de joven, y que a su corazón le dejó mal herido. El médico solo pudo firmar su defunción, ni tan siquiera sabía que aquella mujer que estaba en la sala de espera era conocedora de tan fatal desenlace. Pronto las campanas tocaron a clamores, y el nombre de aquel hombre soltero se escuchó por su localidad, algunas personas dijeron, “Se ha ido sin usar”, que mentira más grande, el amor sin poderlo llevar a su camino, pero sabiendo amar sin exigir nada a cambio. El cazador le comentó a su esposa. “Tenía ganas de que se muriera ese hombre, pensé muchas veces cogeros juntos para aniquilaros. Y volver a decir en alto, que solo me perteneces a mí para el resto de tu vida, y no te vuelvas a fijar en nadie, por muy alto y guapo que le veas, tendré la escopeta cargada por si acaso te desvías de mi camino, no me importa después el morir también, tendré mi objetivo cumplido”. Fue una sentencia de machismo inaceptable, esta vez no se llevó a cabo, más en el camino estuvo presente, y el destino parece que fue la solución fatal al morir el hombre que la respetó y amo, hasta el último minuto de su vida. G X Cantalapiedra.