AQUEL HOMBRE FRENTE AL JABALÍ
Han pasado muchos años, más de un siglo, cuando una mañana de domingo, con un burro y sus aguaderas, caminaba aquel hombre por el termino de Hoyo de Manzanares, buscando bellotas en el mes de noviembre, muchas caídas en el suelo y otras en las encinas resistiendo vientos y heladas. Cuando de pronto un jabalí, con un peso aproximado a los 90, kilos, se le quedó mirando, y desafiándole con ganas de atacarle, al ver que estaba recogiendo su comida diaria, el hombre intento despistarle al jabalí, pero el animal se embraveció y soltando alaridos se dispuso a atacar aquel hombre, entonces él hombre solo le quedó que subirse al tronco de una encina, mientras el burro salió disparado hacía Hoyo, sin perder su carga en las aguaderas, el jabalí, con su morro destrozaba parte de la cascara de aquella encina, y con sus movimientos el hombre temblaba, y el miedo se apoderaba de él, al ver que podía tronchar aquella encima no muy grande, aquel hombre intento defenderse, y con su navaja cortar una rama fuerte de la encina, y hacerla un pico en su punta, cosa que logró, pero sus ataques al jabalí le hacían cosquillas, ya que el animal tenia una piel muy dura, que era imposible el traspasarla, hasta que por fin logró darle en un ojo, y el animal fiero lanzo alaridos de venganza, el hombre temblaba de miedo, sabiendo de sobra, que si se caía de dicha encina, el jabalí lo destrozaría con sus fuertes colmillos, después de mucha lucha, consiguió darle en el otro ojo, y el jabalí, soltando alaridos olfateaba para lograr su propósito, que era el de acabar con aquel hombre invasor en su territorio, parece ser que el animal se alejo entre alaridos, y el hombre pudo volver a Hoyo de Manzanares, eso sí, sin dejar de mirar hacia atrás, donde comentó su pelea con dicho animal, al llegar a su casa toda su familia estaba en guardia, al haber llegado el burro con su carga, para alimentar a sus cerdos, mientras las preguntas le venían seguidas, el hombre aquel contesto entre el miedo que llevaba en el cuerpo y las dudas de que le hubiera seguido dicho animal, mandando cerrar todas puertas y ventanas, por si acaso le hubiera seguido el jabalí, su esposa he hijos le trataron de dar calma. Pero aquel ataque a su persona, le marcaria para toda su vida. G X Cantalapiedra.
Han pasado muchos años, más de un siglo, cuando una mañana de domingo, con un burro y sus aguaderas, caminaba aquel hombre por el termino de Hoyo de Manzanares, buscando bellotas en el mes de noviembre, muchas caídas en el suelo y otras en las encinas resistiendo vientos y heladas. Cuando de pronto un jabalí, con un peso aproximado a los 90, kilos, se le quedó mirando, y desafiándole con ganas de atacarle, al ver que estaba recogiendo su comida diaria, el hombre intento despistarle al jabalí, pero el animal se embraveció y soltando alaridos se dispuso a atacar aquel hombre, entonces él hombre solo le quedó que subirse al tronco de una encina, mientras el burro salió disparado hacía Hoyo, sin perder su carga en las aguaderas, el jabalí, con su morro destrozaba parte de la cascara de aquella encina, y con sus movimientos el hombre temblaba, y el miedo se apoderaba de él, al ver que podía tronchar aquella encima no muy grande, aquel hombre intento defenderse, y con su navaja cortar una rama fuerte de la encina, y hacerla un pico en su punta, cosa que logró, pero sus ataques al jabalí le hacían cosquillas, ya que el animal tenia una piel muy dura, que era imposible el traspasarla, hasta que por fin logró darle en un ojo, y el animal fiero lanzo alaridos de venganza, el hombre temblaba de miedo, sabiendo de sobra, que si se caía de dicha encina, el jabalí lo destrozaría con sus fuertes colmillos, después de mucha lucha, consiguió darle en el otro ojo, y el jabalí, soltando alaridos olfateaba para lograr su propósito, que era el de acabar con aquel hombre invasor en su territorio, parece ser que el animal se alejo entre alaridos, y el hombre pudo volver a Hoyo de Manzanares, eso sí, sin dejar de mirar hacia atrás, donde comentó su pelea con dicho animal, al llegar a su casa toda su familia estaba en guardia, al haber llegado el burro con su carga, para alimentar a sus cerdos, mientras las preguntas le venían seguidas, el hombre aquel contesto entre el miedo que llevaba en el cuerpo y las dudas de que le hubiera seguido dicho animal, mandando cerrar todas puertas y ventanas, por si acaso le hubiera seguido el jabalí, su esposa he hijos le trataron de dar calma. Pero aquel ataque a su persona, le marcaria para toda su vida. G X Cantalapiedra.