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HOYO DE MANZANARES: Y LLEGO UN VIEJO CAMPESINO AL PICAZO...

Y LLEGO UN VIEJO CAMPESINO AL PICAZO
Aquel hombre campesino
que siempre tuvo diabluras,
demostró que en su camino
no todo son travesuras.

A las doce de la noche
y a las cinco la mañana
el hombre marcaba el broche
de aquella vida tan sana.

Dos burros en una granja
le sentían y escuchaban,
y el campesino gozaba
si los burros rebuznaban.

La esposa del campesino
que apenas dormía nada,
no supo escribir el signo
del misterio y la andanada.

Decía el hombre tranquilo,
los burros no siento nada,
la esposa tuvo su filo
en alguna madrugada.

Los dos burros rebuznando,
si el marido lo mandaba,
el coro que iban formando
era su sombra alargada.

Desde El Picazo escuchando
su melodía encantada,
fue el campesino buscando
en una tarde anhelada.

Los dos burros muy tranquilos
al campesino miraban,
sus pensamientos son filos
de sequías que marcaban.
HISTORIA REAL COMO LA VIDA MISMA.
G X Cantalapiedra.