YA PISAMOS EL OTOÑO
Se van cerrando las puertas
de muchos viejos hogares,
las calles quedan desiertas
en los distintos lugares.
En Hoyo de Manzanares
las soledades abundan,
y no se escuchan cantares
de los que siempre fecundan.
El otoño marca plazos
sobre casas de la sierra,
y se guardan ciertos lazos
que la memoria no cierra.
La Madre Naturaleza
viene marcando sus huellas,
y es grande su fortaleza
dejando lecciones bellas.
Los montes se van llenando
de sus hojas más resecas,
y los jabalís pensando
en las bellotas más secas.
La Madre Naturaleza
nos va mostrando la vida,
tiene demasiada fuerza
y siempre logra salida.
En su enorme fortaleza
notamos que nos controla,
y nos muestra su tibieza
que no parece estar sola.
El otoño va llegando
con sus lluvias torrenciales,
por detrás ira dejando
algunos tiempos fatales.
G X Cantalapiedra.
Se van cerrando las puertas
de muchos viejos hogares,
las calles quedan desiertas
en los distintos lugares.
En Hoyo de Manzanares
las soledades abundan,
y no se escuchan cantares
de los que siempre fecundan.
El otoño marca plazos
sobre casas de la sierra,
y se guardan ciertos lazos
que la memoria no cierra.
La Madre Naturaleza
viene marcando sus huellas,
y es grande su fortaleza
dejando lecciones bellas.
Los montes se van llenando
de sus hojas más resecas,
y los jabalís pensando
en las bellotas más secas.
La Madre Naturaleza
nos va mostrando la vida,
tiene demasiada fuerza
y siempre logra salida.
En su enorme fortaleza
notamos que nos controla,
y nos muestra su tibieza
que no parece estar sola.
El otoño va llegando
con sus lluvias torrenciales,
por detrás ira dejando
algunos tiempos fatales.
G X Cantalapiedra.