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EL OTOÑO DE LA VIDA
Anoche lo presentía, como el tiempo no perdona, una sombra que fluía noté que nunca abandona, El otoño de la vida nos deja momentos cuerdos, y no lograras salida cuando soplen malos vientos. Echando la vista atrás miras los amigos muertos, y piensas que vas muy mal en los momentos inciertos. No puedes cambiar de rumbo, ni maldecir el momento, ni querer decirle al mundo ese mal presentimiento. El otoño de la vida siempre se lleva a sus muertos, no quieras sentir la herida de algún tiempo muy siniestro. La lista de tus amigos te marcará sus complejos, que quizá sientas castigos por vivir quizá muy lejos. Las hojas se van volando en este otoño de miedo, donde seguimos pensando en algún perdido credo. Guerras que van arrasando a las gentes de esos pueblos, mientras seguimos pensando con horrores y destellos. Nada nos parece bueno en este sufrido tiempo, el otoño da veneno sin saber si sopla el viento. A donde vas compañero con tu voluntad quebrada, no te guardes el dinero que quizá no valga nada. Nos ha llegado el otoño, con su tiempo traicionero, no quieras ir a Logroño para ver si pasa el Ebro. Marcando penas adultas entre caminos de cieno, muchas sombras nos disgustan al ver que sobra veneno. Estas fechas horrorosas que se llevan muchos muertos, nunca pueden ser dichosas si nadie las ve de aciertos. El otoño de la vida, es tiempo de pasos lentos, todos tememos la herida que no deja sufrimientos. No pares nunca tu vida, el tiempo sigue corriendo, no existe ruta elegida para vivir sorprendiendo. Cuando nos llamen deprisa el plazo se va acabando, no miremos a la brisa que nos llevará callando. Somos humanos flotando entre fechas del camino, el viento llega gritando y nadie se ve adivino. Otoño lleno de sombras que caminan vanidosas, dicen que a veces te asombras al verlas calamitosas. Otoño no me atosigues con tus prisas ancestrales, muchas veces lo consigues entre gritos anormales. G X Cantalapiedra.
Anoche lo presentía, como el tiempo no perdona, una sombra que fluía noté que nunca abandona, El otoño de la vida nos deja momentos cuerdos, y no lograras salida cuando soplen malos vientos. Echando la vista atrás miras los amigos muertos, y piensas que vas muy mal en los momentos inciertos. No puedes cambiar de rumbo, ni maldecir el momento, ni querer decirle al mundo ese mal presentimiento. El otoño de la vida siempre se lleva a sus muertos, no quieras sentir la herida de algún tiempo muy siniestro. La lista de tus amigos te marcará sus complejos, que quizá sientas castigos por vivir quizá muy lejos. Las hojas se van volando en este otoño de miedo, donde seguimos pensando en algún perdido credo. Guerras que van arrasando a las gentes de esos pueblos, mientras seguimos pensando con horrores y destellos. Nada nos parece bueno en este sufrido tiempo, el otoño da veneno sin saber si sopla el viento. A donde vas compañero con tu voluntad quebrada, no te guardes el dinero que quizá no valga nada. Nos ha llegado el otoño, con su tiempo traicionero, no quieras ir a Logroño para ver si pasa el Ebro. Marcando penas adultas entre caminos de cieno, muchas sombras nos disgustan al ver que sobra veneno. Estas fechas horrorosas que se llevan muchos muertos, nunca pueden ser dichosas si nadie las ve de aciertos. El otoño de la vida, es tiempo de pasos lentos, todos tememos la herida que no deja sufrimientos. No pares nunca tu vida, el tiempo sigue corriendo, no existe ruta elegida para vivir sorprendiendo. Cuando nos llamen deprisa el plazo se va acabando, no miremos a la brisa que nos llevará callando. Somos humanos flotando entre fechas del camino, el viento llega gritando y nadie se ve adivino. Otoño lleno de sombras que caminan vanidosas, dicen que a veces te asombras al verlas calamitosas. Otoño no me atosigues con tus prisas ancestrales, muchas veces lo consigues entre gritos anormales. G X Cantalapiedra.