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MILAGROS LOS JUSTOS
Aquella noche de fiesta
con chocolate incluido,
no temimos ver la cuesta
de aquel camino perdido.
Aquel amigo decía,
el alcohol hace milagros,
y hasta mí me sorprendía
cuando brillaban sus labios.
Pisando la carretera
en una noche estrellada,
nos subimos por la acera
al ver la noche encantada.
Como el rayo que no cesa
la vida se queda en nada,
quien de la fiesta regresa
no teme la madrugada.
Nunca piensas en milagros
con la noche de cortina,
ni quieres saber de claros
arriba por la colina.
En Hoyo de Manzanares
abrazando a las encinas,
que dicen que nunca pares
sí subes a las colinas.
El alcohol no hace milagros
ni te lleva en los caminos,
solo lograrás descaros
con sufridos desatinos.
La vida sigue su marcha
y El Picazo tiene trinos,
este paisaje te engancha
aunque no brillen los pinos.
G X Cantalapiedra.
Aquella noche de fiesta
con chocolate incluido,
no temimos ver la cuesta
de aquel camino perdido.
Aquel amigo decía,
el alcohol hace milagros,
y hasta mí me sorprendía
cuando brillaban sus labios.
Pisando la carretera
en una noche estrellada,
nos subimos por la acera
al ver la noche encantada.
Como el rayo que no cesa
la vida se queda en nada,
quien de la fiesta regresa
no teme la madrugada.
Nunca piensas en milagros
con la noche de cortina,
ni quieres saber de claros
arriba por la colina.
En Hoyo de Manzanares
abrazando a las encinas,
que dicen que nunca pares
sí subes a las colinas.
El alcohol no hace milagros
ni te lleva en los caminos,
solo lograrás descaros
con sufridos desatinos.
La vida sigue su marcha
y El Picazo tiene trinos,
este paisaje te engancha
aunque no brillen los pinos.
G X Cantalapiedra.