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HABIA QUE SABER DE LETRAS
Aquel joven llegado a la ciudad. hace más de 110, años, quería trabajar en cualquier puesto de trabajo, que fuera signo de cultura, Buscando trabajo por colegios y academias, incluso en oficinas del estado, pero con solo las cuatro reglas no conseguía nada de lo que el pudiese desempeñar. Estuvo varios días intentando buscar su medio de vida, por fin encontró trabajo en una tienda de alimentación, que parecía gustarle el oficio, donde pudo conocer a un señor que había sido maestro, que ya jubilado daba clases de cultura general. Este joven trato de ganarse la vida lo mejor posible, y de nuevo emprendió el camino de ser empleado del estado, llegando a ser voluntario en el ejercito español, y con los años pasar a ser militar de carrera, que le inicio en una cultura mayor y mejor coordinada, Sus pasos fueron de sacrificio, entonces lo sueldos eran bastante pequeños, y su forma de vivir era muy rígida y económica, un día se propuso volver a visitar su pueblo, eran tiempos difíciles, a nadie le sobraba dinero, y este joven ya con más años encima, continuaba siendo soltero. Al llegar a su pueblo, casi nadie le reconocía, y aún más vestido de militar, Buscó a sus amigos de la infancia, todos eran agricultores, y habían formado su familia en aquel lugar de Castilla la Vieja, unos amigos le vieron bien, y otros se compadecían de su vida en un cuartel, Aquel día comentaron de todo, pero tan solo los recuerdos de aquellos años de juventud temprana, les hacia recapacitar, sus amigos no pasaron de una cultura de entonces, que tan solo les llevaba a sumar, restar, multiplicar, y dividir. Más eran felices dentro de su economía de labradores castellanos, Tenían su hijos con ellos, y la producción no era mala, por eso le veían a su amigo peor que ellos, Aunque tuviese un sueldo fijo del estado, por la noche se despidieron con un abrazo, sin echarse nada en cara lo que cada cual decidió, el futuro nunca se sabe dónde termina, ni donde se da la vuelta. Solo caminamos tratando de salir adelante lo mejor posible, G X Cantalapiedra.
Aquel joven llegado a la ciudad. hace más de 110, años, quería trabajar en cualquier puesto de trabajo, que fuera signo de cultura, Buscando trabajo por colegios y academias, incluso en oficinas del estado, pero con solo las cuatro reglas no conseguía nada de lo que el pudiese desempeñar. Estuvo varios días intentando buscar su medio de vida, por fin encontró trabajo en una tienda de alimentación, que parecía gustarle el oficio, donde pudo conocer a un señor que había sido maestro, que ya jubilado daba clases de cultura general. Este joven trato de ganarse la vida lo mejor posible, y de nuevo emprendió el camino de ser empleado del estado, llegando a ser voluntario en el ejercito español, y con los años pasar a ser militar de carrera, que le inicio en una cultura mayor y mejor coordinada, Sus pasos fueron de sacrificio, entonces lo sueldos eran bastante pequeños, y su forma de vivir era muy rígida y económica, un día se propuso volver a visitar su pueblo, eran tiempos difíciles, a nadie le sobraba dinero, y este joven ya con más años encima, continuaba siendo soltero. Al llegar a su pueblo, casi nadie le reconocía, y aún más vestido de militar, Buscó a sus amigos de la infancia, todos eran agricultores, y habían formado su familia en aquel lugar de Castilla la Vieja, unos amigos le vieron bien, y otros se compadecían de su vida en un cuartel, Aquel día comentaron de todo, pero tan solo los recuerdos de aquellos años de juventud temprana, les hacia recapacitar, sus amigos no pasaron de una cultura de entonces, que tan solo les llevaba a sumar, restar, multiplicar, y dividir. Más eran felices dentro de su economía de labradores castellanos, Tenían su hijos con ellos, y la producción no era mala, por eso le veían a su amigo peor que ellos, Aunque tuviese un sueldo fijo del estado, por la noche se despidieron con un abrazo, sin echarse nada en cara lo que cada cual decidió, el futuro nunca se sabe dónde termina, ni donde se da la vuelta. Solo caminamos tratando de salir adelante lo mejor posible, G X Cantalapiedra.