DÍA -27 – 11 – 2023:
LA RESPONSABILIDAD DE TENER UN PERRO EN CASA:
El día 24 de noviembre, viernes, el Triqui volvió a escaparse, esta vez fue mas grabe, Gregorio, mi hijo, este día libraba, aprovechando su día de descanso, se lo dedico a su perro, después de dejar a sus hijos en el colegio, yéndose a Hoyo de Manzanares, y a la vuelta de regreso para Madrid, lo hizo por la carretera de Colmenar Viejo, se detuvo en uno de los caminos, soltando a su querido perro, para que corriera, dicho perro salió del coche como un rayo, por mucho que lo llamaba no daba señal alguna, eran las 11, de la mañana, cuando lo soltó, a las 2, de la tarde, nos llamo para decirnos si podíamos ir porque el ya no podía aguantar más, tardamos algo más de lo previsto por el tráfico, la hora que era y el buen tiempo que hacía, es por ese motivo que la gente suele irse a la sierra, cuando llegamos empezamos a llamarle y a silbarle, enseguida oímos unos ladridos a lo lejos, y al poco tiempo apareció el perro corriendo hacia nosotros, es increíble lo inteligentes que son los animales, el perro sabía que algo malo había hecho, porque se acercó donde estábamos nosotros, no donde estaba mi hijo, encontramos a Gregorio muy nervioso apenas podía hablar tenía la boca seca de tanto correr llamándole por esos caminos, fueron 4, horas muy duras para él, mas tarde, me dijo que se puso en peligro, porque en una finca donde había vacas y unos perros cuidando el ganado se acerco pensando que Triqui estaba allí y corría el riesgo de que lo atacaran, los dos Mastines, cosa que podía haber ocurrido, si los perros se dan cuenta de que alguien ajeno a ellos estaba merodeando por allí, en honor a la verdad tengo que decir que esta vez nos quedábamos sin el perro. Desde ese día lo tenemos nosotros en casa, hasta que decidan que hacer con el perro, esta clase de perros no son para estar en un piso, tienen muchísima energía y necesitan correr todos los días, los podencos son para los cazadores.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
LA RESPONSABILIDAD DE TENER UN PERRO EN CASA:
El día 24 de noviembre, viernes, el Triqui volvió a escaparse, esta vez fue mas grabe, Gregorio, mi hijo, este día libraba, aprovechando su día de descanso, se lo dedico a su perro, después de dejar a sus hijos en el colegio, yéndose a Hoyo de Manzanares, y a la vuelta de regreso para Madrid, lo hizo por la carretera de Colmenar Viejo, se detuvo en uno de los caminos, soltando a su querido perro, para que corriera, dicho perro salió del coche como un rayo, por mucho que lo llamaba no daba señal alguna, eran las 11, de la mañana, cuando lo soltó, a las 2, de la tarde, nos llamo para decirnos si podíamos ir porque el ya no podía aguantar más, tardamos algo más de lo previsto por el tráfico, la hora que era y el buen tiempo que hacía, es por ese motivo que la gente suele irse a la sierra, cuando llegamos empezamos a llamarle y a silbarle, enseguida oímos unos ladridos a lo lejos, y al poco tiempo apareció el perro corriendo hacia nosotros, es increíble lo inteligentes que son los animales, el perro sabía que algo malo había hecho, porque se acercó donde estábamos nosotros, no donde estaba mi hijo, encontramos a Gregorio muy nervioso apenas podía hablar tenía la boca seca de tanto correr llamándole por esos caminos, fueron 4, horas muy duras para él, mas tarde, me dijo que se puso en peligro, porque en una finca donde había vacas y unos perros cuidando el ganado se acerco pensando que Triqui estaba allí y corría el riesgo de que lo atacaran, los dos Mastines, cosa que podía haber ocurrido, si los perros se dan cuenta de que alguien ajeno a ellos estaba merodeando por allí, en honor a la verdad tengo que decir que esta vez nos quedábamos sin el perro. Desde ese día lo tenemos nosotros en casa, hasta que decidan que hacer con el perro, esta clase de perros no son para estar en un piso, tienen muchísima energía y necesitan correr todos los días, los podencos son para los cazadores.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.