Aldea que tiene raíces en la Edad Media, durante el explendor económico de finales de los siglos XII y durante el Siglo XIII se cree que había cabañas de ganaderos y tratantes de
ganado, al ser uno de los puntos de
abrevadero de ganado y descanso de pastores trashumantes, que en
verano venían buscando pastos y
comercio a la Villa de
El Escorial,
Segovia,
Ávila, Sepúlveda etc. El nombre viene del accidente geográfico en el que se asentaron estos pastores, en el
camino de Ávila a
Madrid (actual N-505) que constituye una llanura en medio de los
montes de
San Benito, Aceña y Abantos. La proximidad a la Villa de El Escorial, lo convertían en un puesto avanzado de comercio de ganado y queso, previo a la llegada a los
mercados medievales de El Escorial. En esta pequeña aldea ganadera, se tanteaban precios, se intercambiaban los primeros productos, y se anticipaba
información acerca de la situación comercial del
mercado medieval. Su microclima y sus abundantes arroyos y manantiales, los convertían también en un lugar de descanso privilegiado, dado que su orientación sur lo hace ser un pequeño enclave con un clima moderado en
invierno y fresco en verano.