El doctor Manuel Linares, Coordinador del Grupo de Trabajo de Infecciosas, Medicina Tropical y del Viajero de SEMERGEN, nos dice en ABC que los pelos urticantes de la oruga rocesionaria no solo provocan comezón al contacto directo. Estos pelos urticantes pueden flotar en el aire y provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos. «También pueden provocar intensas reacciones alérgicas, si el contacto es directo con ellos», advierte el médico.
Tras el contacto con la oruga aparece una urticaria (erupción habonosa), con o sin angioedema (hinchazón); o una dermatitis papulosa. Ambas causan mucho picor y se localizan preferentemente en el cuello y en las extremidades. En los niños, las lesiones suelen presentarse en las palmas de las manos y los espacios interdigitales. A veces, el paciente no ha sido consciente de este contacto con el insecto, pero si aparecen estos síntomas, y en las 24 horas previas se ha estado en una zona con pinos infestada de orugas, tiene muchas posibilidades de que haya entrado en contacto con los pelillos de este animal.
Tras el contacto con la oruga aparece una urticaria (erupción habonosa), con o sin angioedema (hinchazón); o una dermatitis papulosa. Ambas causan mucho picor y se localizan preferentemente en el cuello y en las extremidades. En los niños, las lesiones suelen presentarse en las palmas de las manos y los espacios interdigitales. A veces, el paciente no ha sido consciente de este contacto con el insecto, pero si aparecen estos síntomas, y en las 24 horas previas se ha estado en una zona con pinos infestada de orugas, tiene muchas posibilidades de que haya entrado en contacto con los pelillos de este animal.