Esta
ermita está dedicada a la patrona del
pueblo, la
Virgen de la Soledad, y fue construida por encargo de la Cofradía de las Plagas en el siglo XVII.
Su tipologia se inscribe dentro del marco arquitectónico de las
ermitas de la
Sierra Norte de
Madrid, aunque con alguna particularidad propia como es la existencia de un espacio delantero solado que está acotado por un pretil y cuatro pináculos.
Se trata de un pequeño templo de planta cuadrada con gruesos muros de mampostería, salvo la
fachada principal, ejecutada con sillería bien aparejada. La cubierta es de teja curva sobre armadura de madera.
La fachada principal se organiza en torno a la entrada situada en el centro, y planteada como un doble acceso compuesto por dos
arcos gemelos de medio punto apoyados sobre un pilar central y dos pilastras laterales. La única ornamentación que aparece en la fachada es un
escudo de iconografía religiosa situado sobre los dos arcos.
La fachada se prolonga con una
espadaña de sillería donde se sitúa la
campana y que está rematada con dos bolas y una
cruz central.