Al final fue el segundo proyecto el que prevaleció, y en 1920 comienzan las obras de la nueva
plaza, según traza de José Espeliús. Pero en 1920 las Ventas del Espíritu
Santo eran aún un lugar inhóspito de las más lejanas afueras de
Madrid, y por lo tanto no parecía muy oportuna la localización del nuevo coso. En esta imagen observamos al torero que brinda al doctor Fleming, con la
Plaza de Toros al fondo.