Trampantojos (trampa para los ojos) son esas pinturas sobre las paredes en las que se intenta crear la ilusión de aquello que realmente no está presente; como una hornacina, o ventana inexistentes. En la ermita que hay en el parque el trampantojo llega al delirio, cuando representa unos inexistentes sillares de piedra, que en las grietas dejan "ver" unos ilusorios ladrillos, sin que en ningún momento se pueda saber con que materiales está hecho verdaderamente el muro.