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Calle del Barquillo, MADRID

Calle del Barquillo.
Madrid.
La calle Barquillo está situada entre las calles de Alcalá y Fernando VI, y tiene un origen muy curioso. Procede de la finca de la marquesa de las Nieves, y cuentan que esta noble mujer tenía en su finca un barquito. Y como suele ocurrir en la mayoría de las calles del centro de Madrid, cuando se empezaban a llenar de casas esos terrenos, se ponían los nombres que previamente utilizaban los vecinos para situar un lugar. Y como los vecinos de la zona ya la nombraban como la del “Barquillo”

Madrid curioso.
La historia del nombre de las calles.
Al igual que ocurre con los apellidos de las personas, desde la Edad Media, eran los vecinos quienes ponían los nombres de las calles. Esos nombres estaban relacionados con edificios relevantes del lugar, actividades u oficios que se realizaban en ella, algún acontecimiento importante o hecho histórico...
A mediados del siglo XIX el Estado pide a las poblaciones que elaboren planos urbanos de su localidad… y aprovechando las nuevas Ordenanzas relativas a las calles… es cuando empieza a haber cambios en eso de poner el nombre. Ya no son los vecinos quienes ponen el nombre a nuestras calles, si no que son los que gobiernan en cada ayuntamientos los que deciden a quién se las “dedican”.
Algunas curiosidades sobre las calles de Madrid
Es en el año 1835, cuando en nuestra ciudad se elaboraron normas específicas para nombrar y numerar las calles y viviendas. A partir de esa fecha, se estableció que el nacimiento y numeración de las calles partiría desde el punto más próximo a la Puerta del Sol, y que los números impares se situarían en la acera de la izquierda, y los números pares estarían en la acera derecha. En aquel tiempo aparecen en el callejero de Madrid 600 calles. En la actualidad hay 9139.
La mayoría están asignadas a personas y lugares. Las de las personas son normalmente para la “Élite tradicional”: ejército, política, nobleza, religión… (también personajes famosos por sus logros o méritos conseguidos). Y en menor medida a vecinos... Y los lugares a: ciudades, pueblos, países, ríos, mares, islas, sierras... Y en el pequeño resto podemos ver en el nombre de las calles: vegetales, animales, hecho histórico, astros...
Resulta muy curioso el dato referente a las calles asignadas a personas, siendo en una abrumadora mayoría adscritas a hombres. En el callejero madrileño aparecen muy pocas mujeres...
En Madrid, todavía perduran algunas calles con nombres muy antiguos, por lo que a través de ellas, podemos conocer la historia de aquel Madrid que tanto nos fascina.
Os cuento aquí la historia de algunas de ellas, y de un par sobre nuevas calles que creo puede ser de vuestro interés.