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Incensario y búcaro. Galería de las Colecciones Reales, MADRID

El incensario está fechado en 1645-1647.

El arte de tallar el coral surgió a principios del siglo XVI en la isla de Sicilia, en especial, en la zona de Trapani y Palermo. Su trabajo más característico consistió en crear objetos que combinaban con gran belleza fragmentos de coral con láminas de cobre o plata dorada. La técnica se denomina «retroincastro» y consiste en insertar en la pieza elaborada en metal, previamente troquelado, pequeños trozos de coral tallados con formas geométricas diversas -vainas, comas, puntos…-, vegetales o figuras.

Un importante conjunto de altar elaborado con esta técnica, integrado por un incensario, una custodia, un cáliz, una naveta y una campanilla, se custodia en el Real Monasterio de Santa Isabel de Madrid. Aunque hasta el momento se desconoce cuando ingresó en el convento y quien lo donó, se baraja la posibilidad de que fuera durante el reinado de Felipe IV, a mediados del siglo XVII. Las piezas ya se incluyeron en el «Libro de inventario de las alhajas que subsisten en la Sacristía de este Real Convento» fechado en 1735.

La casca del incensario, zona en la que se deposita el incienso, el pie, el cuerpo de humo, el copete y el manípulo están elaborados en cobre y enriquecidos con piezas de coral engastadas. La decoración es primordialmente vegetal, pero tanto el cuerpo de humo como la casca se embellecen con figuras y cabezas de ángeles.
(1 de Diciembre de 2023)