MADRID: SOMOS DE OTROS TIEMPOS MANUÉ........

SOMOS DE OTROS TIEMPOS MANUÉ.....
Y me dijeron que habían pasado unos magos.
Unos magos que eran reyes.
Y yo estaba solo en el campo.
En el campo solo, fuera del pueblo.
Fuera del pueblo mirando al cielo.
Había estrellas y una luna grande y brillante.
Brillante, enorme y redonda.
Redonda como un enorme queso.
Un queso enorme que hizo recordar mi hambre.
Hambre, un mordisco en el estómago.
El estómago encogido y un frío escalofrío.
Escalofrío que recorrió mi espalda e hizo que se me helara el alma.
El alma aterida de un niño helado que miraba al cielo en una noche clara.
En noche clara en la que volví corriendo al pueblo.
Al pueblo aquél en que había nacido.
Nacido, por eso fui allí corriendo a buscar cobijo.
Cobijo que me daba una madre flaca.
Flaca y con hambre, mi madre estaba.
Estaba flaca y me dio su calor.
Calor de madre, y sus lágrimas cálidas.
Cálidas lágrimas que ahora me resbalan al recordar el instante.
Instante, ¡qué instante! Qué desesperación y cuánta rabia!
Rabia, es lo que siento ahora y es lo que sentía entonces mi madre.
Y me dijeron que habían pasado unos magos......
Salud.