Estoy alucinado POR QUE...:
Libia, sigue la brutal represión, con sangre y fuego, A los opositores a Gaddafi, cuyo final todavía es desconocido.
con las espeluznantes, impresionantes y espectaculares imágenes que recibímos, casi en directo, desde Japón, que sufre por un terremoto de magnitud 9 en la escala de Richter. El más intenso en el país nipón hasta la fecha y el quinto más potente del mundo.
Por los destrozos que dejó el fortísimo temblor siguió un maremoto, cuyas olas, de mas de diez metros de altura, arrastraban cuanto se ponía delante. Miles de personas han perdido la vida, miles están desaparecidas y muchas miles más se han quedado sin nada de nada. Aparte los cuantiosísimos daños materiales sufridos en varias zonas de Japón y la amenaza de nuevos temblores.
Alucino con el comportamiento de los japoneses, ante la desgracia. todos ellos, por lo que vemos en televisión, muestran, junto a una increíble preparación a la adversidad, una conducta ejemplar, digna de envidia.
.
Alucino con estas tristes noticias y alucino, bastante más, con la sentencia que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha dictado contra España por haber violado la libertad de expresión de Arnaldo Otegi, a quien los tribunales españoles - Tribunal Supremo confirmado por el Tribunal Constitucional - condenaron a un año de cárcel por llamar en 2003 al Rey «jefe de los torturadores». Lo hizo en rueda de prensa, como portavoz de Batasuna, en el Parlamento Vasco.
Los de Estrasburgo se quejan de la severidad de la sanción, porque las expresiones del batasuno «se refieren únicamente a la responsabilidad institucional del Rey en cuanto jefe y símbolo del aparato. No son, señalan, un atentado gratuito contra la persona del Monarca, ni cuestionan su vida privada o su honor personal».
Además el Gobierno tiene que indemnizar a Otegi con 20.000 euros por daños morales y pagar otros 3.000 por las costas del juicio.
Por eso ALUCINO
Libia, sigue la brutal represión, con sangre y fuego, A los opositores a Gaddafi, cuyo final todavía es desconocido.
con las espeluznantes, impresionantes y espectaculares imágenes que recibímos, casi en directo, desde Japón, que sufre por un terremoto de magnitud 9 en la escala de Richter. El más intenso en el país nipón hasta la fecha y el quinto más potente del mundo.
Por los destrozos que dejó el fortísimo temblor siguió un maremoto, cuyas olas, de mas de diez metros de altura, arrastraban cuanto se ponía delante. Miles de personas han perdido la vida, miles están desaparecidas y muchas miles más se han quedado sin nada de nada. Aparte los cuantiosísimos daños materiales sufridos en varias zonas de Japón y la amenaza de nuevos temblores.
Alucino con el comportamiento de los japoneses, ante la desgracia. todos ellos, por lo que vemos en televisión, muestran, junto a una increíble preparación a la adversidad, una conducta ejemplar, digna de envidia.
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Alucino con estas tristes noticias y alucino, bastante más, con la sentencia que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha dictado contra España por haber violado la libertad de expresión de Arnaldo Otegi, a quien los tribunales españoles - Tribunal Supremo confirmado por el Tribunal Constitucional - condenaron a un año de cárcel por llamar en 2003 al Rey «jefe de los torturadores». Lo hizo en rueda de prensa, como portavoz de Batasuna, en el Parlamento Vasco.
Los de Estrasburgo se quejan de la severidad de la sanción, porque las expresiones del batasuno «se refieren únicamente a la responsabilidad institucional del Rey en cuanto jefe y símbolo del aparato. No son, señalan, un atentado gratuito contra la persona del Monarca, ni cuestionan su vida privada o su honor personal».
Además el Gobierno tiene que indemnizar a Otegi con 20.000 euros por daños morales y pagar otros 3.000 por las costas del juicio.
Por eso ALUCINO
