PISAR LA CALLE MONTERA
Mi sentimiento sufriendo
entre voces desgarradas,
y mi corazón sintiendo
al ver mujeres marcadas.
Este Madrid de lamento
que llora en las madrugadas,
es cobijo y descontento
de muchas encrucijadas.
Sentir la voz de la calle
con mujeres marginadas,
conociendo algún detalle
de sus vidas indignadas.
Madrid cobijo de sueños
que se rompen con los años,
frases que no tienen dueños
ni pueden subir peldaños.
La calle de la Montera
es testigo del presente,
allí no existe frontera
aunque si sufre la mente.
La calle vive sus penas
sin dar señales de llanto,
cada cual con sus cadenas
y su fatal desencanto.
Pasar la calle de largo
tiene poco de dulzura,
a veces es trago amargo
que conduce a la locura.
Reflexiones condenadas
a sentir el drama humano,
todas ellas enmarcadas
en un mundo poco sano.
G X CANTALAPIEDRA.
Mi sentimiento sufriendo
entre voces desgarradas,
y mi corazón sintiendo
al ver mujeres marcadas.
Este Madrid de lamento
que llora en las madrugadas,
es cobijo y descontento
de muchas encrucijadas.
Sentir la voz de la calle
con mujeres marginadas,
conociendo algún detalle
de sus vidas indignadas.
Madrid cobijo de sueños
que se rompen con los años,
frases que no tienen dueños
ni pueden subir peldaños.
La calle de la Montera
es testigo del presente,
allí no existe frontera
aunque si sufre la mente.
La calle vive sus penas
sin dar señales de llanto,
cada cual con sus cadenas
y su fatal desencanto.
Pasar la calle de largo
tiene poco de dulzura,
a veces es trago amargo
que conduce a la locura.
Reflexiones condenadas
a sentir el drama humano,
todas ellas enmarcadas
en un mundo poco sano.
G X CANTALAPIEDRA.