VIEJOS CAFÉS DE MADRID
Madrid respiraba historia
en sus cafés de leyenda,
nos quedan en la memoria
frases que no tienen rienda.
Cafés que fueron soñados
con sus críticas gozadas,
fueron tiempos enzarzados
con ilusiones borradas.
Las letras fueron testigos
del transcurrir de la vida,
donde escritores amigos
dieron su amistad perdida.
Las tertulias de la tarde
donde flotaban misterios,
nunca fueron tiempo en balde
en los momentos más serios.
Madrid de cafés cantantes
que marcaron la distancia,
con sus coplas para amantes
en un rumbo de elegancia.
Cafés que dejaron huellas
sobre los siglos pasados,
donde pasaron estrellas
entre gestos encantados.
Son historia de esta villa
entre cultura anhelada,
con mucha gente sencilla
que camino engalanada.
Cafés que brindaban vida
en sus entornos pacientes,
sin ser su gente elegida
supieron vivir presentes.
Atrás quedan los recuerdos
de escritores tertulianos,
humanos que fueron cuerdos
sin dejar sus pasos vanos.
G X Cantalapiedra.
Madrid respiraba historia
en sus cafés de leyenda,
nos quedan en la memoria
frases que no tienen rienda.
Cafés que fueron soñados
con sus críticas gozadas,
fueron tiempos enzarzados
con ilusiones borradas.
Las letras fueron testigos
del transcurrir de la vida,
donde escritores amigos
dieron su amistad perdida.
Las tertulias de la tarde
donde flotaban misterios,
nunca fueron tiempo en balde
en los momentos más serios.
Madrid de cafés cantantes
que marcaron la distancia,
con sus coplas para amantes
en un rumbo de elegancia.
Cafés que dejaron huellas
sobre los siglos pasados,
donde pasaron estrellas
entre gestos encantados.
Son historia de esta villa
entre cultura anhelada,
con mucha gente sencilla
que camino engalanada.
Cafés que brindaban vida
en sus entornos pacientes,
sin ser su gente elegida
supieron vivir presentes.
Atrás quedan los recuerdos
de escritores tertulianos,
humanos que fueron cuerdos
sin dejar sus pasos vanos.
G X Cantalapiedra.