LA VIDA ES COMO UNA VELA
Hoy siento que la vida es como una vela grande, que cuando nacemos sin darnos cuenta la encendemos, y vamos gastando su cera, sin que nos demos demasiado cuenta, Es cierto que entre más mayores nos hacemos los seres humanos, vamos notando como esa vela se va reduciendo, y mucho más cuando nuestros amigos de la infancia se van marchando, entonces mucho más lo pensamos. Cada cual tiene su vela sin darte cuenta que sigue encendida, aunque sólo sea en la imaginación, es como un testigo que nos vigila noche y día, no nos dice nada, ni siquiera la podemos ver, pero nuestra mente se va dando cuenta como vamos hacía adelante, aquí no existe la marcha atrás, sólo algún negacionista nos hablara de vivir eternamente, aunque hoy casi nadie puede dar fe de tal milagro, somos esa vela que cada día se la nota con menos cera, mientras su llama sigue siendo el camino de la esperanza, y luchamos en esta vida por vivir lo mejor posible, dentro de nuestros medios económicos, sin limitaciones de movimiento. La vida es maravillosa, o por lo menos eso me parece a mí, mientras podamos gozar de el paisaje las comidas y el amor que nos puede rodear de familiares y amigos, me parece fabuloso. En cambio si no podemos gozar de la salud, si se quiebra y anula nuestros movimientos, es difícil seguir adelante, Aunque mientras la vela siga ardiendo, debemos de tratar de vivir a pleno, y poder dejar a nuestros descendientes algún recuerdo de no ser unos amargados, Y el día que la vela se consuma del todo, habremos alcanzado nuestro objetivo que todo ser humano tiene por delante. Nos iremos sin dar tiempo a ver como se consume esa poca cera, y seremos tan sólo un recuerdos para familiares y amigos, G X Cantalapiedra.
Hoy siento que la vida es como una vela grande, que cuando nacemos sin darnos cuenta la encendemos, y vamos gastando su cera, sin que nos demos demasiado cuenta, Es cierto que entre más mayores nos hacemos los seres humanos, vamos notando como esa vela se va reduciendo, y mucho más cuando nuestros amigos de la infancia se van marchando, entonces mucho más lo pensamos. Cada cual tiene su vela sin darte cuenta que sigue encendida, aunque sólo sea en la imaginación, es como un testigo que nos vigila noche y día, no nos dice nada, ni siquiera la podemos ver, pero nuestra mente se va dando cuenta como vamos hacía adelante, aquí no existe la marcha atrás, sólo algún negacionista nos hablara de vivir eternamente, aunque hoy casi nadie puede dar fe de tal milagro, somos esa vela que cada día se la nota con menos cera, mientras su llama sigue siendo el camino de la esperanza, y luchamos en esta vida por vivir lo mejor posible, dentro de nuestros medios económicos, sin limitaciones de movimiento. La vida es maravillosa, o por lo menos eso me parece a mí, mientras podamos gozar de el paisaje las comidas y el amor que nos puede rodear de familiares y amigos, me parece fabuloso. En cambio si no podemos gozar de la salud, si se quiebra y anula nuestros movimientos, es difícil seguir adelante, Aunque mientras la vela siga ardiendo, debemos de tratar de vivir a pleno, y poder dejar a nuestros descendientes algún recuerdo de no ser unos amargados, Y el día que la vela se consuma del todo, habremos alcanzado nuestro objetivo que todo ser humano tiene por delante. Nos iremos sin dar tiempo a ver como se consume esa poca cera, y seremos tan sólo un recuerdos para familiares y amigos, G X Cantalapiedra.