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MADRID: EN EL DÍA DEL PADRE...

EN EL DÍA DEL PADRE
Aquel hombre ya mayor, con los ochenta años encima llevaba ingresado en la residencia de mayores unos cuantos días. En aquella fiesta de San José, o el llamado día del padre, el hombre se veía solo, algunos compañeros de residencia tuvieron visita, él esperaba que alguno de los tres hijos le fueran a visitar, para darle las gracias de haber sido un hombre cabal y buena persona, más ni aquel día ni los siguientes aparecieron por la residencia, los compañeros de juegos y de habitación le hablaron claramente, “Tus hijos no son buenas personas, ni se acuerdan de ti, y te han mandado aquí para quitarte de su vista, y poder esperar que te mueras y vender tu piso”, Aquel hombre se daba cuenta de la realidad que tenía encima, sus compañeros de cartas no le engañaban. Y el hombre pensaba de vez en cuando, “Tan malo he sido con ellos que ni me visitan aquí, esto clama al cielo”. Y el hombre aquella noche soñaba con su esposa fallecida hacia tres años, hablaban de la soledad de estar en un lugar lleno de personas mayores, y en realidad verse solo. Y parece ser que su esposa en sueños le mandaba desheredarles a sus tres hijos, y a las nueras ni agua, ya que nunca quisieron saber nada de sus suegros, Aquel mismo día acompañado por otro residente, se acercaron a la notaría. Y allí mismo desheredo a sus tres hijos, El notario le hizo los cargos, pero el contesto, llevo medio año en la residencia y ni se han dignado pasar a verme, y preguntarme si preciso algo, quiero que lo que me pertenezca de mi piso y dinero, sea donado a cualquier residencia del estado. Para que estos hijos que no saben estar a la altura de las circunstancias se enteren algún día de lo que les espera a ellos con sus hijos, ósea mis nietos, El hombre aquel día pudo comer y sentirse a gusto, pensando que había hecho lo que su esposa en sueños le dijo. Los compañeros le dijeron, “habría que darles a esta generación la medicina que ellos nos dan en el abandono total, y pasarles la factura de su mal comportamiento, el hombre aquel falleció pronto, y sus hijos se enteraron que había fallecido, en la residencia les dijeron “menos llantos y más ser humanos con sentimientos a tus familiares”, Los hijos salieron escaldados de allí, y los nietos les echaron la culpa de su mal comportamiento con el abuelo. Os merecéis un escarmiento grande. aquel hombre fue enterrado con dignidad y el recuerdo de sus compañeros de residencia. G X Cantalapiedra. 19 – 3 – 2024.