El origen del nombre de
Manzanares El Real tiene distintas interpretaciones. Éstas van desde la abundancia de manzanos en la zona, hasta la del origen árabe de sus términos “Maza” (
parador, mansión,
palacio) y “Nares”, que es el
río y que daría lugar a la significación de “Río palaciego”.
Topónimos aparte, si hay algo de lo que Manzanares El Real puede presumir es de
antigüedad histórica. El primer Hombre que habitó Manzanares vivió en la Prehistoria. Los restos arqueológicos encontrados en la localidad son un fiel testigo de ello. En el año 1987 un niño halló durante una
excursión unas pinturas rupestres, en la zona de Los Aljibes de La Pedriza, con figuras antropomorfas de
color ocre parduzco-rojizo, pertenecientes a la Edad del Bronce final (1400 a 1200 a. C.). Asimismo, se han encontrado restos de
cerámica y de industria lítica pertenecientes al Neolítico y la Edad del Bronce. Otros pobladores de Manzanares El Real fueron los druidas, quienes habitaron la zona hacia el año 1.000 a. C. Esto se presupone gracias a las reminiscencias que han quedado de sus ritos –una
fiesta religiosa de la localidad llamada la de la
Virgen de Peña Sacra- y al lugar de la
roca de la Peña Sacra, en el cual se hacían sacrificios.
Los
romanos fueron los siguientes pobladores de la región y, en los años de la conquista de Roma, entablaron guerras contra los invasores, quedando un asentamiento
romano en Manzanares, vestigio de aquella civilización. Después vinieron los periodos visigodo y de conquista árabe de los que quedan pocos vestigios.
El
pueblo en sí nació en 1248, tiempo en que muchos madrileños durante la Reconquista fueron a la toma de
Sevilla y pastores segovianos repoblaron Manzanares, tal y como se desprende del testimonio que consta en una misiva expedida por Fernando III. Manzanares era el centro de una gran comarca repleta de bosques y pastos. Desde entonces, la pugna por esta región entre segovianos y madrileños fue constante. Tuvo tanto propietario, ya fueran miembros de la realeza como nobles ligados al poder real, que se pierde la cuenta. Alfonso X El Sabio fue el encargado de solucionar el problema, o al menos de intentarlo. Durante su reinado decidió tomar Manzanares El Real como cabeza Real para lo que sería un proyecto: El Real de Manzanares, formado por la cabeza Real al frente y 17 poblados más. Pero la idea no supuso la solución total ya que posteriormente esta zona siguió sufriendo una etapa de indecisión en cuanto a la posesión de las tierras, pasando de manos madrileñas a segovianas y viceversa. Finalmente, Juan I cedió el territorio a Pedro González de Mendoza en el año 1383. Y, precisamente con la saga de los Mendoza, es cuando el Real de Manzanares vivió su máximo esplendor, durante los siglos XV y XVI.
Desde finales del siglo XV, Manzanares tuvo su etapa dorada en lo concerniente a la construcción de
edificios significativos para el pueblo: la
Iglesia, la
Ermita, el
Castillo de los Mendoza... A pesar de esto, la unión del territorio con la
familia Mendoza no otorgó tranquilidad a El Real de Manzanares, ya que la muerte de Diego Hurtado de Mendoza, hijo de Pedro, estableció un conflicto sucesorio entre sus descendientes. Éste se resolvió cuando su esposa murió y las tierras se entregaron a Íñigo López de Mendoza, Marques de Santillana.
En el siglo XVI se construyeron muchos de los edificios importantes de Manzanares El Real, como son la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Nieves, el
Ayuntamiento y las
ermitas de Nuestra Señora de la Soledad y de Nuestra Señora de la Peña Sacra... Pero, aunque la grandiosidad de la localidad en cuanto a edificios fue creciendo, lo cierto es que su importancia como población fue decayendo progresivamente durante los siglos posteriores, XVI, XVII y XVIII. Esto fue debido a que la mayoría de los
pueblos que formaban El Real de Manzanares se disgregaron e independizaron de la unión y el Real fue perdiendo importancia como entidad. Asimismo, el hecho de que los Mendoza se asentaran definitivamente en
Guadalajara y relegaran el Castillo de Manzanares fue también motivo de la postergación de la villa.
Así, el siglo XVII es un periodo de total decadencia para la villa. Esto quedó patente en la pérdida de población entre 1517 -había 250 vecinos- y 1594, la cifra era de 189 habitantes. En el siglo XVIII, el Catastro de la Ensenada mostraba a Manzanares como una villa de apenas 40 vecinos. La forma de vida no había variado y estaba basada en la
agricultura, completada con una mediana
ganadería. Asimismo, había tres
molinos que surtían de harina la región.
Al comenzar el siglo XIX, Manzanares se encontraba incluido en la provincia de
Madrid y la población continuaba decreciendo. No fue hasta final de siglo cuando ésta comenzó a recuperarse. La villa continuaba dedicándose a las labores agrícolas, pero, con el paso de
la Era Moderna a la Contemporánea llegaron las primeras industrias que llevaron un cierto atisbo de recuperación. La más importante fue una
fábrica de papel continuo, que además fue la primera de
España.
Durante la primera mitad del siglo XX, Manzanares presentó un ligero crecimiento demográfico, que se acentuó a partir de la década de los 60. Así, el número de habitantes en 1960 era de 829, pasando a 1.137 en 1970 y a 1.475 en 1980. Esto fue debido a que a partir de los primeros años del siglo XX comenzaron a surgir las primeras viviendas de fin de semana, habitadas por gente de Madrid que buscaba la tranquilidad del lugar. Desde entonces, la forma de vida de la gente del pueblo cambió radicalmente y toda su actividad pasó a orientarse hacia el sector servicios y, más concretamente, al desarrollo y fomento del turismo. Quedaron atrás los tiempos de crisis y hoy Manzanares El Real es uno de los lugares más visitados y con más encanto de la
Sierra de Guadarrama.
MANZANARES EL REAL: v. con ayunt. de la prov., aud. terr. y c. g. de Madrid (7 1/2), part. jud. de
Colmenar Viejo (2), dióc. de
Toledo (19). SIT. en terreno llano al pie del
puerto de Guadarrama, cerca del de la Fuenfria y a orillas del r. Manzanares, la combaten todos los vientos en particular el N. Su CLIMA es húmedo, y sus enfermedades más comunes calenturas intermitentes y dolores de costado. Tiene 36
CASAS de inferior construcción, separadas unas de otras por medio de pequeñas cercas; hay
casa de ayunt., en cuyo piso bajo está la cárcel;
escuela de instrucción primaria común a ambos sexos, a la que concurren sobre 19 alumnos, que se hallan a cargo de un maestro dotado con 800 rs.; y 1 igl. parr. (Ntra, Sra. de la Nave), servida por 1 párroco, cuyo curato es dé entrada y de presentación en concurso: tiene por anejo al Boalo, en donde hay 1 igl. (
San Sebastián), el
cementerio se halla en paraje que no ofende la salud pública; en los afueras y lado E. se encuentra un gran castillo que domina al pueblo y a toda su ribera, en la cual hay muchos prados con
aguas estancadas, de donde provienen las tercianas que se padecen; los vec. se surten de aguas potables de varias
fuentes que hay en el térm.; este confina N. con la sierra llamada la Pedriza; E. Colmenar Viejo; S.
el Boalo y Mata el
Pino, y O. las Chozas; se extiende l leg. poco más o menos en todas direcciones, y se encuentra en él una ermita (Ntra. Sra. de la Solédad), 2
montes de roble, fresno y chaparro, llamados Colmenarejo y Cabeza-lllesca, y
minas de alcohol, plomo v carbón de
piedra: en el año de 1771 se hizo un cotejo por orden superior del carbón de piedra de esta
mina y del de Inglaterra, y por varios experimentos hechos en la
fragua se reconoció que ambos carbones constaban de los mismos principios combustibles, con soló la diferencia que el carbón de Inglaterra tenia más azufre, y era de calidad más densa: el r. Manzanares y 2 arroyos atraviesan este térm.; los arroyos se secan en
verano, y se titulan San Miguel y Cortecero. El TERRENO es peñascoso y de mediana calidad,
CAMINOS: los que dirigen a los pueblos limítrofes. El
CORREO se recibe de la cab. del part. por balijero los miércoles, viernes y domingos, y sale en los mismos días. PROD. poco trigo, centeno, patatas, judías, otras legumbres, carbón y lino; mantiene
ganado lanar, cabrío y
vacuno; cría
caza de conejos y perdices, y en el Manzanares
pesca menor, IND. y
COMERCIO: la agrícola, 1 fábrica de papel; exportación de combustible, importación de los art. de que carece la v. POBL.: 34 vec, 159 alm. CAP. PROD.: 807,340 rs. IMP.: 41,037. CONTR.: según el cálculo general y oficial de la prov. 9'65 por 100.
Poblaron esta v. los ciudadanos de
Segovia en 1247, reinando el
santo rey D. Fernando III. Sobre su jurisd. pusieron pleito los de Madrid, y el rey nombró juez á D. Lope ob. de
Córdoba, y D. Ordoño, mayordomo que había sido de la reina Doña Berenguela: unos dicen se determinó a favor de Madrid y otros de Segovia. Posteriormente el rey D. Alfonso el Sabio la acrecentó y tomó bajo su protección, y que desde entonces se llama Real de Manzanares. El rey Don Juan I. dio su señorío a Pedro González de Mendoza su mayordomo mayor en 1383, y D. Juan II con título de condado, a D. Iñigo López de Mendoza, que fue primer marqués de Santillana.
* Diccionario geográfico - estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1845.