Abundan formaciones arbustivas propias del clima mediterráneo continentalizado intercaladas con arbustos de alta
montaña que abundan según se asciende en altura. A su vez, en esta zona hay muy pocos
árboles, los cuales se concentran en las proximidades de los arroyos situados a menor altura. Esto hace que las formaciones rocosas no se vean camufladas en bosques. Las especies más abundantes de esta zona son el
pino rodeno, la arizónica, el enebro rojo, la jara, el acebo, la retama, el romero y el tomillo.