Castillo nobiliario de puro granito y casi nada belicoso.
Palacio-fortaleza del s. XV (1.475) erigido sobre una
iglesia románico-mudéjar actualmente inapreciable. Cuadrado. Con cuatro
torres circulares adornadas con bolas al más puro estilo isabelino. La
torre del
homenaje es hexagonal. Sobre el adarve meridional (sur) se aloja una magnífica galería
gótica de traza flamígera con antepechos decorados a base de puntas de diamante. Repasé palmo a palmo todos los lienzos de sus
murallas sin hallar huellas de cañonazos ni estropicio
militar alguno. Y si los hubo... bien restaurado está