Sorprende el cambio brusco de paisaje, pasamos de un bosque cerrado de fresnos, abedules y pinos a una zona mas montañosa con grandes rocas y libre de flora. Su fondo rocoso, y el reflejo de los rayos del sol que atraviesan sus gélidas aguas, es lo que le dota a La Charca Verde de ese color verde esmeralda tan característico que le da nombre a la poza.