Endrino - Prunus spinosa
Ciruelo Silvestre
Es un arbusto perteneciente a la familia de las rosáceas, que forma densas espesuras impenetrables gracias a su fácil reproducción por retoños que brotan espontáneamente de sus raíces. Puede llegar a alcanzar hasta los 2 metros de altura; las ramas son espinosas y llevan insertas pequeñas hojas ovales y pecioladas.
El fruto -la endrina- es siempre redondo, más o menos grande, de color azul oscuro. El endrino se cría en laderas secas donde da el sol y no necesita un terreno rico en nutrientes.
El endrino florece en primavera. De la recolección interesan principalmente el fruto y las flores; el primero se recoge a finales del verano, cuando está bien maduro, e incluso algo pasado. En cambio, las flores han de recolectarse al comienzo de la primavera y ponerlas a secar con cuidado.
Desde el punto de vista terapéutico la parte más útil es el fruto. También se utilizan -aunque en menor medida- las flores, las hojas y la corteza, aunque esta última puede resultar tóxica si se ingiere, por contar con un compuesto peligroso. En los frutos del endrino se encuentran taninos, diversos ácidos orgánicos, azúcares, pectina, flavonoides y un pigmento rojo llamado pruniciamida. Se han utilizado desde siempre como astringentes, antidiarreicos y estimulantes del apetito; las flores, en cambio tienen poder laxante y diurético. La corteza y las hojas poseen efecto hipoglucemiante, antinflamatorio y antipirético, pero no hay que olvidar que en la corteza hay sustancias potencialmente peligrosas, una de las cuales es el ácido prúsico.
Confituras: Con el fruto bien maduro -incluso algo pasado- se preparan todo tipo de mermeladas y confituras, bien azucaradas para contrarrestar la acidez.
Jarabe: Con 1/2 Kg. De endrinas y otro tanto de azúcar. Se pone a hervir durante 15 ó 20 minutos; luego se cuela el jarabe y se exprime el residuo. Resulta muy útil para combatir la diarrea y se puede tomar cuanto sea necesario. Si este jarabe se deja hervir más tiempo, se obtiene entonces una compota, con las mismas aplicaciones.
Tisana de flores: Un puñadito de flores de endrino que se escaldan en una taza de agua en ebullición; tomando una taza en ayunas se obtiene un suave efecto laxante.
Decocción al 3% de corteza y hojas: una cucharada pequeña por taza, se deja hervir durante 5 minutos. Se pueden tomar hasta 2 tazas al día, después de las comidas. También se puede aplicar localmente como antiinflamatorio: basta con empapar una compresa en la solución y aplicarla en la zona a tratar.
Vinos, licores: Con los endrinos se preparan bebidas de alta graduación alcohólica, algunas de ellas muy populares. La única precaución a tener en cuenta en la elaboración de estas bebidas es no machacar del todo el fruto, porque la semilla contenida podría resultar nociva; y por supuesto no tomar más de 1 ó 2 copitas al día.
Diurético. Antipirético. Espasmolítico.
Ciruelo Silvestre
Es un arbusto perteneciente a la familia de las rosáceas, que forma densas espesuras impenetrables gracias a su fácil reproducción por retoños que brotan espontáneamente de sus raíces. Puede llegar a alcanzar hasta los 2 metros de altura; las ramas son espinosas y llevan insertas pequeñas hojas ovales y pecioladas.
El fruto -la endrina- es siempre redondo, más o menos grande, de color azul oscuro. El endrino se cría en laderas secas donde da el sol y no necesita un terreno rico en nutrientes.
El endrino florece en primavera. De la recolección interesan principalmente el fruto y las flores; el primero se recoge a finales del verano, cuando está bien maduro, e incluso algo pasado. En cambio, las flores han de recolectarse al comienzo de la primavera y ponerlas a secar con cuidado.
Desde el punto de vista terapéutico la parte más útil es el fruto. También se utilizan -aunque en menor medida- las flores, las hojas y la corteza, aunque esta última puede resultar tóxica si se ingiere, por contar con un compuesto peligroso. En los frutos del endrino se encuentran taninos, diversos ácidos orgánicos, azúcares, pectina, flavonoides y un pigmento rojo llamado pruniciamida. Se han utilizado desde siempre como astringentes, antidiarreicos y estimulantes del apetito; las flores, en cambio tienen poder laxante y diurético. La corteza y las hojas poseen efecto hipoglucemiante, antinflamatorio y antipirético, pero no hay que olvidar que en la corteza hay sustancias potencialmente peligrosas, una de las cuales es el ácido prúsico.
Confituras: Con el fruto bien maduro -incluso algo pasado- se preparan todo tipo de mermeladas y confituras, bien azucaradas para contrarrestar la acidez.
Jarabe: Con 1/2 Kg. De endrinas y otro tanto de azúcar. Se pone a hervir durante 15 ó 20 minutos; luego se cuela el jarabe y se exprime el residuo. Resulta muy útil para combatir la diarrea y se puede tomar cuanto sea necesario. Si este jarabe se deja hervir más tiempo, se obtiene entonces una compota, con las mismas aplicaciones.
Tisana de flores: Un puñadito de flores de endrino que se escaldan en una taza de agua en ebullición; tomando una taza en ayunas se obtiene un suave efecto laxante.
Decocción al 3% de corteza y hojas: una cucharada pequeña por taza, se deja hervir durante 5 minutos. Se pueden tomar hasta 2 tazas al día, después de las comidas. También se puede aplicar localmente como antiinflamatorio: basta con empapar una compresa en la solución y aplicarla en la zona a tratar.
Vinos, licores: Con los endrinos se preparan bebidas de alta graduación alcohólica, algunas de ellas muy populares. La única precaución a tener en cuenta en la elaboración de estas bebidas es no machacar del todo el fruto, porque la semilla contenida podría resultar nociva; y por supuesto no tomar más de 1 ó 2 copitas al día.
Diurético. Antipirético. Espasmolítico.