Los Siglos XVI, XVII y XVIII fueron un periodo de decadencia para la zona, sobre todo debido a la continua segregación de los pueblos que configuraban el Real de Manzanares. El pueblo sufrió un descenso poblacional muy importante, lo que repercutió sobremanera en la riqueza del mismo. Las fuentes de riqueza continuaban siendo las mismas, se llevaba a cabo una agricultura casi de subsistencia, con una pobre ganadería, y un escaso comercio, podemos hablar de una situación casi de autarquía. De esta época es el Puente Viejo que vemos sobre el río Manzanares. El Molino de los Frailes o del Cura se documenta en el Catastro de Ensenada y en un mapa realizado en 1724, con motivo de un pleito por el aprovechamiento de las aguas del Manzanares. Está situado entre el Puente Viejo y La Ermita de la Peña Sacra. El complejo está formado por dos edificios, el molino propiamente dicho con los artilugios hidráulicos y dependencias para la recogida de grano y la vivienda del molinero. Recoge las aguas en un "caz" que desemboca en dos pozos de presión que alimentan dos muelas. En la actualidad se ha instalado una piscifactoría, que desarrolla también trabajos de formación medioambiental.