EL ALTO DE LA PEDRIZA
Ecos que conserva el alma
de sus pasos por la sierra,
momentos de pura calma
que son amor a esa tierra.
El subir a La Pedriza
es vivir las ilusiones,
con un paisaje que hechiza
y te llena de emociones.
Entre charcas y laderas
el Manzanares se crece,
haciendo bellas esperas
cuando el calor prevalece.
Pinos que son los testigos
de sus fríos invernales,
y parecen los amigos
de sus montes naturales.
La Pedriza tiene brisas
de ser pulmón de la sierra,
sus piedras son las cornisas
donde el recuerdo se encierra.
Piedras que son de granito
en esta preciada sierra,
son el color favorito
de la gente de esta tierra.
El Manzanares tranquilo
baja buscando veredas,
en su transcurrir perfilo
verdes que parecen sedas.
La Pedriza es armonía
al lado del Manzanares,
hablan de la fantasía
de sus bonitos lugares.
El agua se va marchando
entre piedras milenarias,
con un pantano esperando
para hacerla solidarias.
G X Cantalapiedra.
Ecos que conserva el alma
de sus pasos por la sierra,
momentos de pura calma
que son amor a esa tierra.
El subir a La Pedriza
es vivir las ilusiones,
con un paisaje que hechiza
y te llena de emociones.
Entre charcas y laderas
el Manzanares se crece,
haciendo bellas esperas
cuando el calor prevalece.
Pinos que son los testigos
de sus fríos invernales,
y parecen los amigos
de sus montes naturales.
La Pedriza tiene brisas
de ser pulmón de la sierra,
sus piedras son las cornisas
donde el recuerdo se encierra.
Piedras que son de granito
en esta preciada sierra,
son el color favorito
de la gente de esta tierra.
El Manzanares tranquilo
baja buscando veredas,
en su transcurrir perfilo
verdes que parecen sedas.
La Pedriza es armonía
al lado del Manzanares,
hablan de la fantasía
de sus bonitos lugares.
El agua se va marchando
entre piedras milenarias,
con un pantano esperando
para hacerla solidarias.
G X Cantalapiedra.