Me encantan los veraneantes por sus calcetines subidos hasta las rodillas, sus pantalones cortos para ir al campo casi lloviendo, sus palos de pastor para darle a cualquier bicho que salga de repente, de entre los matorrales, de su amargura de no poder ir a la playa y tenerse que quedar en el pueblo.AH ! TODO HA SIDO UNA IRONíA! BESITOS PARA TODOS LOS QUE VIVEN EN MATALPINO CERCEDA Y EL BOALO.