MISTERIOS SOBRE LAS NOCHES TENEBROSAS
Aquella noche de 1971, en el mes de Diciembre, aquel Taxi de Madrid circulaba sobre las dos de la madrugada, camino del pueblo de Mejorada del Campo. Todo parecía normal para llegar allí, pero el regreso fue bastante tremendo, Antes de cruzar el río Jarama, una cerrada niebla se apodero del ambiente, y con una visibilidad reducida, el conductor del Taxi, aminoro la velocidad, para no salirse de la carretera, ya que los indicadores eran nulos, aquel Taxi SEAT, 1500, con motor Barreiros, C, 60, le cubría la niebla, con mucha densidad, sus faros apenas alumbraban un corto recorrido, y antes de llegar a la desviación de Vicalvaro, unas pequeñas luces intermitentes, le hacían señales de pararse, pero al no ver a nadie en aquel entorno, el taxista no llego a parar, siendo durante unos dos kilómetros, seguido por dichas luces intermitentes, que se ponían delante y detrás del Taxi. El conductor, sintió un miedo atroz, y al llegar al lugar de San Fernando de Henares, intento entrar por el centro de la localidad, sin poder ver a nadie en su recorrido, paro su vehículo, y dándole una vuelta alrededor, intento comprender aquella anomalía, pasados unos cinco minutos, se encontró con un taxi de aquella localidad, y le comento el incidente, mientras la niebla seguía activa, el taxista de San Fernando, le dijo, puede ser algún reflejo de algún avión, que fuera hacia Barajas o Torrejón, más el taxista de Madrid no quedo convencido, de nuevo continuo por la avenida de San Pablo, hacia la carretera general de Barcelona, ósea la llamada entonces Pista de Barajas. En aquel camino el recorrido era entre naves y alguna vivienda que por entonces se estaban construyendo, al llegar adonde estaba La Chuletera, entro en la autovía, y al poco de entrar fue parado por unos viajeros raros, que parecían venir de fiesta de los restaurantes de aquella zona, y que le indicaron que les llevara al centro de Madrid, La niebla seguía aumentando, y la visibilidad en dicha pista era casi nula, antes de llegar a Canillejas, un vehiculó parado sin luces ni señales en el pequeño arcén, estuvo a punto de ser alcanzado por dicho Taxi, Los viajeros empezaron a sentir miedo, y uno de ellos comento, voy viendo una luz roja intermitente, en la parte lateral, y el taxista comento, llevo más de un ahora con esa maldita luz siguiéndome, al oírlo los viajeros, le indicaron suba para la Calle de Arturo Soria y nos deje por allí, el miedo se apodero de ellos de tal forma, que veían fantasmas por todas las ventanillas del Taxi, la subida a dicha calle, no estuvo nada fácil, un coche marca Renault Gordine, se había quedado en medio de la salida, y el conductor haciendo señales, para que le ayudaran a quitarle del medio, pero los viajeros, le indicaron ni se le ocurra parar, bastantes problemas tenemos nosotros para buscarnos uno más. Una vez pasado aquel inconveniente, llegaron hasta Arturo Soria, donde pagaron su carrera y se fueron andando con dirección a La Cruz de Los Caídos, el Taxi de Madrid siguió camino hacia la Calle de López de Hoyos, sin ver aquella noche tranquila, ni saber que iba hacer ante tanta duda, un hombre sobre el número 180, de la calle, le paro, y le indico, vamos al Hospital de La Paz, que un familiar mío ha fallecido esta noche en accidente, maldita niebla, y malditos los demonios que andan sueltos, el taxista empezó a pensar, que era una noche tenebrosa, y que lo mejor sería marcharse a su casa, al terminar esa carrera de llanto y desencanto, miro el reloj, eran cerca de las cuatro de la madrugada, y sin querer saber aquel misterio, que tanto miedo le hizo pasar, marchó entre bancadas de niebla, que a veces no se veía ni tres metros por delante. G X Cantalapiedra.
Aquella noche de 1971, en el mes de Diciembre, aquel Taxi de Madrid circulaba sobre las dos de la madrugada, camino del pueblo de Mejorada del Campo. Todo parecía normal para llegar allí, pero el regreso fue bastante tremendo, Antes de cruzar el río Jarama, una cerrada niebla se apodero del ambiente, y con una visibilidad reducida, el conductor del Taxi, aminoro la velocidad, para no salirse de la carretera, ya que los indicadores eran nulos, aquel Taxi SEAT, 1500, con motor Barreiros, C, 60, le cubría la niebla, con mucha densidad, sus faros apenas alumbraban un corto recorrido, y antes de llegar a la desviación de Vicalvaro, unas pequeñas luces intermitentes, le hacían señales de pararse, pero al no ver a nadie en aquel entorno, el taxista no llego a parar, siendo durante unos dos kilómetros, seguido por dichas luces intermitentes, que se ponían delante y detrás del Taxi. El conductor, sintió un miedo atroz, y al llegar al lugar de San Fernando de Henares, intento entrar por el centro de la localidad, sin poder ver a nadie en su recorrido, paro su vehículo, y dándole una vuelta alrededor, intento comprender aquella anomalía, pasados unos cinco minutos, se encontró con un taxi de aquella localidad, y le comento el incidente, mientras la niebla seguía activa, el taxista de San Fernando, le dijo, puede ser algún reflejo de algún avión, que fuera hacia Barajas o Torrejón, más el taxista de Madrid no quedo convencido, de nuevo continuo por la avenida de San Pablo, hacia la carretera general de Barcelona, ósea la llamada entonces Pista de Barajas. En aquel camino el recorrido era entre naves y alguna vivienda que por entonces se estaban construyendo, al llegar adonde estaba La Chuletera, entro en la autovía, y al poco de entrar fue parado por unos viajeros raros, que parecían venir de fiesta de los restaurantes de aquella zona, y que le indicaron que les llevara al centro de Madrid, La niebla seguía aumentando, y la visibilidad en dicha pista era casi nula, antes de llegar a Canillejas, un vehiculó parado sin luces ni señales en el pequeño arcén, estuvo a punto de ser alcanzado por dicho Taxi, Los viajeros empezaron a sentir miedo, y uno de ellos comento, voy viendo una luz roja intermitente, en la parte lateral, y el taxista comento, llevo más de un ahora con esa maldita luz siguiéndome, al oírlo los viajeros, le indicaron suba para la Calle de Arturo Soria y nos deje por allí, el miedo se apodero de ellos de tal forma, que veían fantasmas por todas las ventanillas del Taxi, la subida a dicha calle, no estuvo nada fácil, un coche marca Renault Gordine, se había quedado en medio de la salida, y el conductor haciendo señales, para que le ayudaran a quitarle del medio, pero los viajeros, le indicaron ni se le ocurra parar, bastantes problemas tenemos nosotros para buscarnos uno más. Una vez pasado aquel inconveniente, llegaron hasta Arturo Soria, donde pagaron su carrera y se fueron andando con dirección a La Cruz de Los Caídos, el Taxi de Madrid siguió camino hacia la Calle de López de Hoyos, sin ver aquella noche tranquila, ni saber que iba hacer ante tanta duda, un hombre sobre el número 180, de la calle, le paro, y le indico, vamos al Hospital de La Paz, que un familiar mío ha fallecido esta noche en accidente, maldita niebla, y malditos los demonios que andan sueltos, el taxista empezó a pensar, que era una noche tenebrosa, y que lo mejor sería marcharse a su casa, al terminar esa carrera de llanto y desencanto, miro el reloj, eran cerca de las cuatro de la madrugada, y sin querer saber aquel misterio, que tanto miedo le hizo pasar, marchó entre bancadas de niebla, que a veces no se veía ni tres metros por delante. G X Cantalapiedra.