Efectivamente, vamos a dejarnos de pensar sólo en fiestecitas que lo que verdaderamente hace falta aquí es una buena Auditoría imparcial, cueste lo que cueste, nada de interventores moldeables. Que salga todo lo que tenga que salir, sin remilgos éticos. Todo lo que no se haga público ahora pasará a ser responsabilidad plena del actual equipo municipal en un futuro próximo, además de ser vuestro deber el denunciar, resulta ser lo más conveniente a la transparencia que se persigue.