ULTIMO INTENTO DE DAR EL PELOTAZO DE NUESTRO ALCALDE DEL PSOE
Más de uno se pellizcó el viernes en Miraflores de la Sierra, un pequeño pueblo serrano de 5.600 vecinos, al enterarse de que al alcalde, el socialista Francisco José Esteban, le habían echado atrás uno de los proyectos que se discutían en el Pleno con los votos en contra de dos de sus propios concejales. Nunca en los ocho años de Esteban al frente del municipio los ediles de su partido -que gobierna en solitario-le habían negado su apoyo en una votación, y eso que la polémica se ha adueñado del urbanismo local desde hace años.
Denuncias de una constructora contra el alcalde, dossieres con supuestas irregularidades presentados a los grupos políticos de la Asamblea, denuncias ante la Fiscalía de Medio Ambiente y el Gobierno regional por diversas actuaciones... Actualmente, la Comunidad mantiene cuatro expedientes sancionadores abiertos contra el Ayuntamiento tras estas denuncias -explican fuentes regionales-, aunque el alcalde considera que, tras aprobarse varios puntos el viernes, se solucionarán los expedientes.
Con todo, nunca antes se había resquebrajado el voto unánime de los seis representantes socialistas. Hasta el viernes. Ese día se había convocado un Pleno extraordinario con nueve puntos, entre ellos la aprobación inicial para modificar puntualmente en varios ámbitos y parcelas las normas subsidiarias que rigen el urbanismo local desde 1997.
Tensión en el pleno
Se rumoreaba lo que podía pasar y algunos vecinos se acercaron a verlo, produciéndose ciertas escenas de tensión en algunos momentos. Ocho puntos fueron aprobados, pero los cinco concejales del PP y dos del PSOE pudieron con los cuatro votos socialistas restantes para impedir que saliera adelante el punto cuarto: una modificación para cambiar la normativa y edificar 75 pisos en un terreno del casco urbano donde se prevén ahora una veintena de chalés, incrementando la edificabilidad.
Los dos concejales del PSOE que votaron en contra son el propio edil de Urbanismo, Jesús María Arribas (también concejal de Deportes y tercer teniente de alcalde), y la primer teniente de alcalde y edil de Personal, Hacienda, Servicios Sociales y Mujer, María del Pilar Martínez.
Ninguno de los dos quiso explicar a este diario las razones de su voto en contra, lo que sí hizo el secretario de Organización del PSOE local, Felipe Lucero: «Ni la agrupación local ni desde Madrid (PSM-PSOE) entramos en el fondo de si interesa o no esa modificación, que está dentro del Plan General que se está estudiando (desde 2003), pero no se daban los plazos oportunos para que llegase a buen puerto antes del final de la legislatura, ya que están muy próximas las elecciones».
A esas elecciones no concurrirá el actual alcalde, que asegura haber encajado bien este revés de sus dos ediles: «Desde el lunes lo debatimos y ellos dos creían que no era el momento oportuno, quizá porque se vuelven a presentar a las elecciones, no sé. Aquí hay democracia, porque todos tenemos mañas o te puedes poner bruto y que todos votemos lo mismo, pero hubo libertad total y se votó a mano alzada», sostiene.
Ni él ni el secretario de Organización local consideran que haya crisis en el Gobierno local. El segundo insiste en que «no era oportuno dar ese paso ahora»; el alcalde, mientras, afirma que trató de aprobarlo «porque los pisos son más accesibles para la gente que los chalés, y unos 15 habrían sido de protección pública». Además, el regidor quería dar salida a un proyecto que esperan «desde hace mucho sus nueve propietarios».
«Acuerdos con promotores»
No lo creen así los vecinos y colectivos de la localidad agrupados en torno a la Plataforma SOS Miraflores (a los que siempre han apoyado PP e IU), que sostiene que si el alcalde trató de aprobar esta modificación puntual para ampliar la edificabilidad y construir 75 pisos se debió a «su intención de cumplir unos acuerdos con unos promotores, los hermanos Esteban del Valle».
A juicio de su portavoz, Félix Sánchez, «uno de estos hermanos adquirió todas estas parcelas en 2004, aunque figuran aún a nombre de sus antiguos propietarios para evitar que se vea clara la adquisición por parte de este señor y el inmediato cambio de calificación del terreno», afirma.
Para la Plataforma, esta modificación rechazada con el apoyo de los dos ediles socialistas «sólo beneficiaría al cacique del pueblo, y por eso el PSOE ha reaccionado, porque se están suicidando electoralmente». El alcalde rechaza de plano este argumento: «Lo que pasa es que ninguno de los nueve propietarios sabe de esto y se lo han dado a alguien que sí sabe para que lo gestione», afirma, apuntillando que, si la Plataforma SOS Miraflores «lo tiene tan claro, que vaya al juzgado de guardia... De hecho irán porque los llevaré yo», concluye.
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Más de uno se pellizcó el viernes en Miraflores de la Sierra, un pequeño pueblo serrano de 5.600 vecinos, al enterarse de que al alcalde, el socialista Francisco José Esteban, le habían echado atrás uno de los proyectos que se discutían en el Pleno con los votos en contra de dos de sus propios concejales. Nunca en los ocho años de Esteban al frente del municipio los ediles de su partido -que gobierna en solitario-le habían negado su apoyo en una votación, y eso que la polémica se ha adueñado del urbanismo local desde hace años.
Denuncias de una constructora contra el alcalde, dossieres con supuestas irregularidades presentados a los grupos políticos de la Asamblea, denuncias ante la Fiscalía de Medio Ambiente y el Gobierno regional por diversas actuaciones... Actualmente, la Comunidad mantiene cuatro expedientes sancionadores abiertos contra el Ayuntamiento tras estas denuncias -explican fuentes regionales-, aunque el alcalde considera que, tras aprobarse varios puntos el viernes, se solucionarán los expedientes.
Con todo, nunca antes se había resquebrajado el voto unánime de los seis representantes socialistas. Hasta el viernes. Ese día se había convocado un Pleno extraordinario con nueve puntos, entre ellos la aprobación inicial para modificar puntualmente en varios ámbitos y parcelas las normas subsidiarias que rigen el urbanismo local desde 1997.
Tensión en el pleno
Se rumoreaba lo que podía pasar y algunos vecinos se acercaron a verlo, produciéndose ciertas escenas de tensión en algunos momentos. Ocho puntos fueron aprobados, pero los cinco concejales del PP y dos del PSOE pudieron con los cuatro votos socialistas restantes para impedir que saliera adelante el punto cuarto: una modificación para cambiar la normativa y edificar 75 pisos en un terreno del casco urbano donde se prevén ahora una veintena de chalés, incrementando la edificabilidad.
Los dos concejales del PSOE que votaron en contra son el propio edil de Urbanismo, Jesús María Arribas (también concejal de Deportes y tercer teniente de alcalde), y la primer teniente de alcalde y edil de Personal, Hacienda, Servicios Sociales y Mujer, María del Pilar Martínez.
Ninguno de los dos quiso explicar a este diario las razones de su voto en contra, lo que sí hizo el secretario de Organización del PSOE local, Felipe Lucero: «Ni la agrupación local ni desde Madrid (PSM-PSOE) entramos en el fondo de si interesa o no esa modificación, que está dentro del Plan General que se está estudiando (desde 2003), pero no se daban los plazos oportunos para que llegase a buen puerto antes del final de la legislatura, ya que están muy próximas las elecciones».
A esas elecciones no concurrirá el actual alcalde, que asegura haber encajado bien este revés de sus dos ediles: «Desde el lunes lo debatimos y ellos dos creían que no era el momento oportuno, quizá porque se vuelven a presentar a las elecciones, no sé. Aquí hay democracia, porque todos tenemos mañas o te puedes poner bruto y que todos votemos lo mismo, pero hubo libertad total y se votó a mano alzada», sostiene.
Ni él ni el secretario de Organización local consideran que haya crisis en el Gobierno local. El segundo insiste en que «no era oportuno dar ese paso ahora»; el alcalde, mientras, afirma que trató de aprobarlo «porque los pisos son más accesibles para la gente que los chalés, y unos 15 habrían sido de protección pública». Además, el regidor quería dar salida a un proyecto que esperan «desde hace mucho sus nueve propietarios».
«Acuerdos con promotores»
No lo creen así los vecinos y colectivos de la localidad agrupados en torno a la Plataforma SOS Miraflores (a los que siempre han apoyado PP e IU), que sostiene que si el alcalde trató de aprobar esta modificación puntual para ampliar la edificabilidad y construir 75 pisos se debió a «su intención de cumplir unos acuerdos con unos promotores, los hermanos Esteban del Valle».
A juicio de su portavoz, Félix Sánchez, «uno de estos hermanos adquirió todas estas parcelas en 2004, aunque figuran aún a nombre de sus antiguos propietarios para evitar que se vea clara la adquisición por parte de este señor y el inmediato cambio de calificación del terreno», afirma.
Para la Plataforma, esta modificación rechazada con el apoyo de los dos ediles socialistas «sólo beneficiaría al cacique del pueblo, y por eso el PSOE ha reaccionado, porque se están suicidando electoralmente». El alcalde rechaza de plano este argumento: «Lo que pasa es que ninguno de los nueve propietarios sabe de esto y se lo han dado a alguien que sí sabe para que lo gestione», afirma, apuntillando que, si la Plataforma SOS Miraflores «lo tiene tan claro, que vaya al juzgado de guardia... De hecho irán porque los llevaré yo», concluye.
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