Un Artículo del Norte de Castilla, donde la alcaldesa de Riaza, atendiendo a us responsabilidad política y por el bien común del pueblo, ha hecho terreno rústico terreno urbano tras largos años de lucha. Igualito que nuestro querido alcalde "paquito el ladrillero" que sólo vela por los intereses de los especuladores y no por el de los vecinos.
Riaza: ejemplo de desarrollo sostenible
CLAUDIO SARTORIUS ALVARGONZáLEZ, /SECRETARIO DE LA ASOCIACIóN LA VEREDA
MIENTRAS en los pueblos del alfoz de Segovia pugnan sus alcaldes por destacar en el sub-mundo del ladrillo, firman convenios con financieros de la especulación distribuyendo densidades, aprovechamientos y plusvalías entre los prohombres del desarrollo insostenible; a los pies de la sierra de Ayllón, una mujer valiente, la alcaldesa de la villa de Riaza, apoyada por sus concejales, por la asociación vecinal y por sus conciudadanos, lucha, casi en silencio, en los despachos y en las calles para reivindicar un futuro en armonía con el medio natural: su Ayuntamiento ha transformado suelo urbanizable en suelo rústico, que es hacer, del agua, vino.
Como un aldabonazo proveniente de un lugar lejano nos enteramos por el boletín oficial de que, tras varios años de esfuerzos, 179 hectáreas de tierras de labor, montes, bosquetes, pastos, riberas y arroyos, poblados por una rica vegetación dentro de un ecosistema al norte de la población de Aldeanueva del Monte, han sido rescatadas de un futuro anodino y desolador: el consabido campo de golf, al que hubieran acompañado 3.400 viviendas, tal y como estaba previsto en las normas urbanísticas.
En efecto, las normas de 1994 reclasificaron como urbanizable una tercera parte del antiguo término de Aldeanueva del Monte, cuyo núcleo de población, con 10 habitantes, carecía hasta hace muy poco de carretera de acceso y de agua corriente. De llevarse a cabo el desarrollo del Plan Parcial se produciría «un despilfarro tanto de infraestructuras como de suelo», la ruptura de la identidad y la cultura locales, la desnaturalización de sus paisajes naturales, y «una gravísima e irrecuperable alteración del medio ambiente», lo que «representaría la muerte de los ecosistemas existentes en la actualidad». Más aun, la presión de esa masa de nueva población pondría en peligro miles de hectáreas de montes que lindan con los terrenos del plan.
Sin embargo, se acaba de conjurar ese peligro. Los argumentos han cambiado de mano, pues ya no son 'esos ecologistas' ni otras gentes de mal vivir los que conspiran y reivindican el sosiego en los montes, el agua en los ríos, el pasto en los campos o la oscuridad en la noche, cosas tan extrañas hoy, sino la autoridad del Estado, representada por una alcaldesa. Nos enseña que el mejor capital de la comarca de Riaza para el futuro lo constituyen la conservación del medio y el desarrollo sostenible, que requieren de una gestión responsable de los recursos naturales, de su medio ambiente y de su patrimonio cultural; gestión enmarcada en un desarrollo a escala local o humana, integrada en los núcleos existentes.
Le esperan tiempos difíciles, pues detrás de los planes parciales siempre hay poderes económicos que no perdonarán esta sangría, a pesar de haberla provocado con su cándida espera especulativa, pues no imaginaban que Don Quijote pudiera revivir en un mundo ebrio de codicia y de estupidez. Hoy toca reconocer una decisión responsable que nos ha conmovido, faltos de la costumbre de recibir regalos como éste, que nos ha llegado al corazón.
Riaza: ejemplo de desarrollo sostenible
CLAUDIO SARTORIUS ALVARGONZáLEZ, /SECRETARIO DE LA ASOCIACIóN LA VEREDA
MIENTRAS en los pueblos del alfoz de Segovia pugnan sus alcaldes por destacar en el sub-mundo del ladrillo, firman convenios con financieros de la especulación distribuyendo densidades, aprovechamientos y plusvalías entre los prohombres del desarrollo insostenible; a los pies de la sierra de Ayllón, una mujer valiente, la alcaldesa de la villa de Riaza, apoyada por sus concejales, por la asociación vecinal y por sus conciudadanos, lucha, casi en silencio, en los despachos y en las calles para reivindicar un futuro en armonía con el medio natural: su Ayuntamiento ha transformado suelo urbanizable en suelo rústico, que es hacer, del agua, vino.
Como un aldabonazo proveniente de un lugar lejano nos enteramos por el boletín oficial de que, tras varios años de esfuerzos, 179 hectáreas de tierras de labor, montes, bosquetes, pastos, riberas y arroyos, poblados por una rica vegetación dentro de un ecosistema al norte de la población de Aldeanueva del Monte, han sido rescatadas de un futuro anodino y desolador: el consabido campo de golf, al que hubieran acompañado 3.400 viviendas, tal y como estaba previsto en las normas urbanísticas.
En efecto, las normas de 1994 reclasificaron como urbanizable una tercera parte del antiguo término de Aldeanueva del Monte, cuyo núcleo de población, con 10 habitantes, carecía hasta hace muy poco de carretera de acceso y de agua corriente. De llevarse a cabo el desarrollo del Plan Parcial se produciría «un despilfarro tanto de infraestructuras como de suelo», la ruptura de la identidad y la cultura locales, la desnaturalización de sus paisajes naturales, y «una gravísima e irrecuperable alteración del medio ambiente», lo que «representaría la muerte de los ecosistemas existentes en la actualidad». Más aun, la presión de esa masa de nueva población pondría en peligro miles de hectáreas de montes que lindan con los terrenos del plan.
Sin embargo, se acaba de conjurar ese peligro. Los argumentos han cambiado de mano, pues ya no son 'esos ecologistas' ni otras gentes de mal vivir los que conspiran y reivindican el sosiego en los montes, el agua en los ríos, el pasto en los campos o la oscuridad en la noche, cosas tan extrañas hoy, sino la autoridad del Estado, representada por una alcaldesa. Nos enseña que el mejor capital de la comarca de Riaza para el futuro lo constituyen la conservación del medio y el desarrollo sostenible, que requieren de una gestión responsable de los recursos naturales, de su medio ambiente y de su patrimonio cultural; gestión enmarcada en un desarrollo a escala local o humana, integrada en los núcleos existentes.
Le esperan tiempos difíciles, pues detrás de los planes parciales siempre hay poderes económicos que no perdonarán esta sangría, a pesar de haberla provocado con su cándida espera especulativa, pues no imaginaban que Don Quijote pudiera revivir en un mundo ebrio de codicia y de estupidez. Hoy toca reconocer una decisión responsable que nos ha conmovido, faltos de la costumbre de recibir regalos como éste, que nos ha llegado al corazón.