Eso, hagamos el bien de todas maneras. Pero antes, engordemos nuestras cuentas corrientes con operaciones especulativas.
Chupemos del bote del dinero público.
Hagamos oídos sordos a lo que dicen nuestros vecinos.
El hacer el bien se lleva mejor con la barriga llena.
Chupemos del bote del dinero público.
Hagamos oídos sordos a lo que dicen nuestros vecinos.
El hacer el bien se lleva mejor con la barriga llena.