SíNTOMAS DEL TRASTORNO BIPOLAR
DE LA FASE MANIACA:
· Sentirse extraordinariamente "eufórico" o irritable.
· Necesitar mucho menos sueño de lo habitual y aun así continuar con energías.
· Pensar con gran rapidez y desordenadamente.
· Hablar rápidamente y descontroladamente.
· Gran desconcentración. Le cuesta mantener la atención en un solo tema.
· Posee un sentimiento de "grandiosidad". Se cree capaz de grandes empresas en todo orden de cosas llegando a ser temerario.
· Puede gastar dinero en exceso o tender a la promiscuidad sexual.
· En casos extremos puede llegar a sufrir delirios o alucinaciones.
DE LA FASE DEPRESIVA:
· Pérdida de interés por las cosas que normalmente eran placenteras.
· Problemas de sueño; por exceso o por defecto.
· Alteraciones en la alimentación; o perdida de apetito o comer demasiado.
· Problemas para concentrase o para tomar decisiones.
· Pérdida de energía, cansancio injustificado
Las alarmas “deben saltar” cuando se observan cuatro de los siguientes factores
· Problemas al dormir o dormir demasiado.
· Pérdida de apetito o comer demasiado.
· Problemas al tratar de concentrarse o en tomar decisiones.
· Sentir que todo va lento o sentirse demasiado agitado como para no poder estar tranquilo.
· Sentirse inútil o culpable o tener muy baja la autoestima.
· Pérdida de energía o sentirse cansado todo el tiempo.
· Pensamientos de suicidio o de muerte.
DIAGNóSTICO
Desgraciadamente se suele tardar en diagnosticar la enfermedad. Se habla de un promedio de diez años en llegara saber que una persona sufre trastorno bipolar. Habitualmente se considera que se trata de una depresión o de otro tipo de enfermedad y hasta que no se produce un episodio de manía no se suele poder determinar. Los antecedentes familiares son importantes a la hora de determinar el diagnóstico; por lo tanto es imprescindible darle toda la información necesaria al psiquiatra para que pueda realizar bien su trabajo.
Conocer los síntomas ayuda al especialista a la familia y al propio paciente una vez diagnosticado a saber cuando está empezando una crisis y son esenciales para obtener el tratamiento lo antes posible.
M. Henández.
DE LA FASE MANIACA:
· Sentirse extraordinariamente "eufórico" o irritable.
· Necesitar mucho menos sueño de lo habitual y aun así continuar con energías.
· Pensar con gran rapidez y desordenadamente.
· Hablar rápidamente y descontroladamente.
· Gran desconcentración. Le cuesta mantener la atención en un solo tema.
· Posee un sentimiento de "grandiosidad". Se cree capaz de grandes empresas en todo orden de cosas llegando a ser temerario.
· Puede gastar dinero en exceso o tender a la promiscuidad sexual.
· En casos extremos puede llegar a sufrir delirios o alucinaciones.
DE LA FASE DEPRESIVA:
· Pérdida de interés por las cosas que normalmente eran placenteras.
· Problemas de sueño; por exceso o por defecto.
· Alteraciones en la alimentación; o perdida de apetito o comer demasiado.
· Problemas para concentrase o para tomar decisiones.
· Pérdida de energía, cansancio injustificado
Las alarmas “deben saltar” cuando se observan cuatro de los siguientes factores
· Problemas al dormir o dormir demasiado.
· Pérdida de apetito o comer demasiado.
· Problemas al tratar de concentrarse o en tomar decisiones.
· Sentir que todo va lento o sentirse demasiado agitado como para no poder estar tranquilo.
· Sentirse inútil o culpable o tener muy baja la autoestima.
· Pérdida de energía o sentirse cansado todo el tiempo.
· Pensamientos de suicidio o de muerte.
DIAGNóSTICO
Desgraciadamente se suele tardar en diagnosticar la enfermedad. Se habla de un promedio de diez años en llegara saber que una persona sufre trastorno bipolar. Habitualmente se considera que se trata de una depresión o de otro tipo de enfermedad y hasta que no se produce un episodio de manía no se suele poder determinar. Los antecedentes familiares son importantes a la hora de determinar el diagnóstico; por lo tanto es imprescindible darle toda la información necesaria al psiquiatra para que pueda realizar bien su trabajo.
Conocer los síntomas ayuda al especialista a la familia y al propio paciente una vez diagnosticado a saber cuando está empezando una crisis y son esenciales para obtener el tratamiento lo antes posible.
M. Henández.