Claro hombre, claro.
El problema es cuando la especulación es la manera de financiar un ayuntamiento. Sobre todo cuando el Alcalde reconoce en la televisión que su pueblo no tiene riqueza (¿será que él no ha sabido generarla en ocho años?) y que está dispuesto a contruír lo que sea con tal de sacar dinero.
Dentro de lo malo, si eso hubiese ido en un programa electoral o se hubiese presentado dentro del PGOU, vale, que ya decidiríamos los vecinos. Pero es que firmó los convenios él solito, como avance, pasándose por el forro y de aquella manera todo el trabajo hecho.
Pero bueno, si a ti te parece bien que el Ayuntamiento se dedique a la inmobiliaria, pefecto. Vota a Francisco en las próximas elecciones. Yo prefiero que mi Alcalde se aseguré de que las plusvalías generadas por el urbanismo vayan a los fines a las que están destinadas, que se obtenga el máximo posible de cesiones y se hagan efectivas, que nuestro Alcalde vigile la ejecución de los sectores y no mire para otro lado o haga después ajustes para agilizar trámites y, sobre todo, que prevalezca el interés general y el desarrollo sostenible sobre la necesidad de financiación de unos y la ambición de los otros.
El problema es cuando la especulación es la manera de financiar un ayuntamiento. Sobre todo cuando el Alcalde reconoce en la televisión que su pueblo no tiene riqueza (¿será que él no ha sabido generarla en ocho años?) y que está dispuesto a contruír lo que sea con tal de sacar dinero.
Dentro de lo malo, si eso hubiese ido en un programa electoral o se hubiese presentado dentro del PGOU, vale, que ya decidiríamos los vecinos. Pero es que firmó los convenios él solito, como avance, pasándose por el forro y de aquella manera todo el trabajo hecho.
Pero bueno, si a ti te parece bien que el Ayuntamiento se dedique a la inmobiliaria, pefecto. Vota a Francisco en las próximas elecciones. Yo prefiero que mi Alcalde se aseguré de que las plusvalías generadas por el urbanismo vayan a los fines a las que están destinadas, que se obtenga el máximo posible de cesiones y se hagan efectivas, que nuestro Alcalde vigile la ejecución de los sectores y no mire para otro lado o haga después ajustes para agilizar trámites y, sobre todo, que prevalezca el interés general y el desarrollo sostenible sobre la necesidad de financiación de unos y la ambición de los otros.