Acciones de la equinacea
Acción inmunoestimulante:
Si nuestro sistema inmunológico funcionara siempre al 100% de su capacidad, existiría la posibilidad de no enfermar nunca, pero en realidad otros factores como el frío, el agotamiento, el estrés, la mala alimentación pueden debilitarlo y esta circunstancia hará posible que ciertas bacterias y virus se desarrollen y proliferen en nuestro organismo causando la enfermedad.
La Equinacea posee la capacidad de reforzar todo el sistema inmunológico.
La importancia de este fortalecimiento radica en una mayor resistencia a todos los agentes externos que nos agredan como: virus, bacterias, sustancias toxicas y diferentes bacilos.
Cuando las bacterias invaden nuestro organismo, las células encargadas de la defensa, los macrófagos, se activan para devorar y destruir dichas bacterias.
Acción antiséptica y antiinflamatoria
Aumenta la resistencia a la piel contra el ataque de bacterias, virus y hongos gracias a la inhibición de una enzima llamada hialuromidasa
La acción antiinflamatoria de la Equinacea viene referida desde 1950, donde se ponen de manifiesto sus excelentes resultados en la cura de pacientes afectados de artritis crónica.
En 1957 se demuestra que el extracto de Equinacea reduce aproximadamente un 22% la inflamación articular, comparable al efecto de la cortisona, como se sabe la cortisona tiene varios efectos colaterales entre ellos debilita el sistema inmunitario.
No provoca, como otros antiflamtorios, acidez estomacal.
Acción cicatrizante
La Echinacea favorece la proliferación de fibroblastos (células de la piel que contribuyen a su rápida cicatrización). Ayudan a restaurar los márgenes de la herida abierta.
Protección el colágeno de la acción de los radicales libres y del oxigeno, actuando como un potente antioxidante.
La combinación de las dos Equinaceas, Purpúrea y Angustifolia, presenta además una acción sinérgica muy eficaz en el tratamiento por vía externa de úlceras, forúnculos, infecciones cutáneas y sabañones, reconstituyendo el tejido lesionado.
Diferentes verificaciones a nivel experimental han confirmado que el consumo de la Equinacea impide la propagación de diversos tipos de infección, como por ejemplo, resfriados, gripes e infecciones a nivel cutáneo.
Contribuye al control del Estafilococus aureus, la Escleritzia coli, del pseudomonas aeruginosa y de la Cándida Albicans.
Acción antitumoral
La Equinacea contiene principios activos (arabinogalactano) que estimulan los macrófagos produciendo moléculas esenciales que estimulan otras células inmunitarias para la destrucción de células antitumorales.
El uso en terapia de estas moléculas para combatir el cáncer está actualmente en fase de estudios y discusión. La falta de toxicidad de estas moléculas es un incentivo válido para continuar adelante en dicha investigación.
Factor de seguridad
La Equinacea suele dar una sensación leve de picor en la lengua, se trata de un efecto del todo normal, no perjudicial ni nocivo para el organismo, en toda la literatura científica no existe ninguna referencia a casos de intoxicación por el consumo de Equinacea.
A excepción de personas en estado de gravidez o lactancia, la Equinacea es extremadamente segura en dosis terapéuticamente recomendadas.
Personas que presentan cuadros alérgicos provocados por la familia de las Asteraceae (margaritas, girasoles, etc.) deben vigilar el uso de esta planta.
Existen personas que por decenios la han utilizado sin percibir ningún efecto adverso y sin comprometer ninguna función de nuestro organismo.
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