Aceite de onagra
También es conocido como "aceite de prímula" y lo usaban los indígenas americanos para tratar diversas dolencias. Se puso de moda hace unos años como tratamiento asociado al Síndrome Premenstrual por su contenido en ácido gammalinolénico y constituye, sin duda, un remedio natural apropiado para tratar esta patología tan femenina.
Se hizo popular como componente de un producto natural con que se empezó a tratar el Síndrome Premenstrual y otras dolencias femeninas hace dos décadas (Efamol 500), pero su historia, como ocurre con un gran número de sustancias naturales, es muy antigua. Fue precisamente su efectividad en el tratamiento lo que sirvió para confirmar la carencia (o insuficiencia) de ácidos grasos esenciales en el organismo como una de las causas del SPM y de varias otras patologías.
Cuestiones "esenciales"
El aceite de onagra contiene un 88.5% de ácidos grasos poliinsaturados1 o ácidos grasos esenciales (también llamados "Vitamina F" por algunos estudiosos). Y aunque otros aceites también los contienen, el de onagra tiene la particularidad de contener ácido gammalinolénico en estado preformado, por lo que tu organismo se ahorra un paso en la transformación hacia la obtención de otra sustancia final que nos interesa en este caso: la prostaglandina E1 (ó PGE1).
Como ves, los ácidos grasos poliinsaturados son importantes, pero además son esenciales: tu organismo no los produce. Y sin ellos, no hay prostaglandinas...
PGE1 y PGE2: guerra y paz a nivel celular
Las prostaglandinas son sustancias biológicamente activas que se forman a partir de los ácidos grasos poliinsaturados. Su vida es muy corta (menos de 5 minutos) y se fabrican en la mayoría de las células del cuerpo cuando se produce una estimulación de la membrana celular. Se conocen alrededor de 15 tipos de prostaglandinas. Pero, a efectos de este artículo, nos referiremos brevemente a dos de ellas: PGE1 Y PGE2.
Las PGE1 se forman a partir del ácido gammalinolénico que contiene el aceite de onagra (o a partir de su precursor, el ácido linoleico) e intervienen en los procesos de dolor, inflamación y fiebre. Entre las acciones que se les atribuyen, están las siguientes:
Prevenir la trombosis y reducir la tensión sanguínea
Dilatar los vasos sanguíneos y aliviar la arterosclerosis
Reducir la velocidad de elaboración del colesterol
Permitir una mayor eficacia a la insulina
Prevenir la inflamación y controlar la artritis
En condiciones de laboratorio, detener el crecimiento de las células cancerosas
Aliviar los síntomas físicos y mentales del síndrome premenstrual
Acción sedante y tranquilizadora sobre el sistema nervioso central
Estimular la producción de neurotransmisores
Favorecer la absorción de las vitaminas liposolubles (A, de, E y que)
Y la más importante de todas:
Regular las acciones de otra prostaglandina: PGE2
Las PGE2 se forman a partir del ácido araquidónico, y tienen el efecto contrario a las PGE1. Por ejemplo: desde el primer momento de una inflamación, estas prostaglandinas actuarán favoreciendo el edema, la vasodilatación y aumentando la permeabilidad de los capilares, incidirán en el dolor y la fiebre, y más adelante en el proceso, intervendrán en las reacciones alérgicas. ... (ver texto completo)
También es conocido como "aceite de prímula" y lo usaban los indígenas americanos para tratar diversas dolencias. Se puso de moda hace unos años como tratamiento asociado al Síndrome Premenstrual por su contenido en ácido gammalinolénico y constituye, sin duda, un remedio natural apropiado para tratar esta patología tan femenina.
Se hizo popular como componente de un producto natural con que se empezó a tratar el Síndrome Premenstrual y otras dolencias femeninas hace dos décadas (Efamol 500), pero su historia, como ocurre con un gran número de sustancias naturales, es muy antigua. Fue precisamente su efectividad en el tratamiento lo que sirvió para confirmar la carencia (o insuficiencia) de ácidos grasos esenciales en el organismo como una de las causas del SPM y de varias otras patologías.
Cuestiones "esenciales"
El aceite de onagra contiene un 88.5% de ácidos grasos poliinsaturados1 o ácidos grasos esenciales (también llamados "Vitamina F" por algunos estudiosos). Y aunque otros aceites también los contienen, el de onagra tiene la particularidad de contener ácido gammalinolénico en estado preformado, por lo que tu organismo se ahorra un paso en la transformación hacia la obtención de otra sustancia final que nos interesa en este caso: la prostaglandina E1 (ó PGE1).
Como ves, los ácidos grasos poliinsaturados son importantes, pero además son esenciales: tu organismo no los produce. Y sin ellos, no hay prostaglandinas...
PGE1 y PGE2: guerra y paz a nivel celular
Las prostaglandinas son sustancias biológicamente activas que se forman a partir de los ácidos grasos poliinsaturados. Su vida es muy corta (menos de 5 minutos) y se fabrican en la mayoría de las células del cuerpo cuando se produce una estimulación de la membrana celular. Se conocen alrededor de 15 tipos de prostaglandinas. Pero, a efectos de este artículo, nos referiremos brevemente a dos de ellas: PGE1 Y PGE2.
Las PGE1 se forman a partir del ácido gammalinolénico que contiene el aceite de onagra (o a partir de su precursor, el ácido linoleico) e intervienen en los procesos de dolor, inflamación y fiebre. Entre las acciones que se les atribuyen, están las siguientes:
Prevenir la trombosis y reducir la tensión sanguínea
Dilatar los vasos sanguíneos y aliviar la arterosclerosis
Reducir la velocidad de elaboración del colesterol
Permitir una mayor eficacia a la insulina
Prevenir la inflamación y controlar la artritis
En condiciones de laboratorio, detener el crecimiento de las células cancerosas
Aliviar los síntomas físicos y mentales del síndrome premenstrual
Acción sedante y tranquilizadora sobre el sistema nervioso central
Estimular la producción de neurotransmisores
Favorecer la absorción de las vitaminas liposolubles (A, de, E y que)
Y la más importante de todas:
Regular las acciones de otra prostaglandina: PGE2
Las PGE2 se forman a partir del ácido araquidónico, y tienen el efecto contrario a las PGE1. Por ejemplo: desde el primer momento de una inflamación, estas prostaglandinas actuarán favoreciendo el edema, la vasodilatación y aumentando la permeabilidad de los capilares, incidirán en el dolor y la fiebre, y más adelante en el proceso, intervendrán en las reacciones alérgicas. ... (ver texto completo)